La NASA, en colaboración con Astrobotic, está enfrentando un gran contratiempo en su primera misión de 2024: el módulo Peregrine no logrará su objetivo de aterrizar en la Luna.
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Después de un despegue problemático el 8 de enero, la nave se vio sometida a una serie de dificultades, culminando en su inminente retorno a la Tierra, previsto para el 18 de enero.
Problemas de propulsión y fuga de combustible
La misión se vio comprometida por fallos en la propulsión y una fuga de combustible significativa, de acuerdo a los trascendidos.
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Estos problemas llevaron a Astrobotic a tomar la decisión de regresar el Peregrine a la Tierra en lugar de continuar hacia la Luna.
A pesar de haber recorrido más de 375.000 kilómetros y estar a menos de 10.000 kilómetros de su destino, la misión se redirigió para evitar pérdidas mayores y posibles obstrucciones en la órbita lunar. A su regreso, se espera que la nave se desintegre al entrar en la atmósfera terrestre.
Eso sí, aunque Astrobotic entregó todos los detalles sobre los problemas técnicos, aún quedan incógnitas sobre el procedimiento de recuperación del módulo tras su impacto en la Tierra.
Se espera que tanto la NASA como Astrobotic ofrezcan más información en su conferencia de prensa programada para el mismo 18 de enero.
¿Qué pasará con el sueño de ir a la Luna?
A pesar del fracaso de esta misión, hay aspectos positivos que resaltar. Por ejemplo, esta experiencia demostró que alcanzar la órbita lunar es factible y, con mejoras en los sistemas de alimentación y propulsión, se podría lograr un futuro aterrizaje comercial en la Luna.
Como ya les adelantábamos, el 2024 será un periodo crucial para la exploración espacial, con la NASA programando hasta 17 proyectos clave. Además, otras agencias como la ESA, CNSA, JAXA y ISRO, y empresas privadas tienen planes ambiciosos para este año.