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Los secretos de la fábrica de Foxconn

Luego de los diversos escándalos que giraron en torno a Foxconn y sus condiciones laborales, muchas dudas surgieron respecto a si efectivamente se estaba dando un mal trato a los trabajadores en las plantas de la empresa en China.

 

Es por esto que la publicación china Southern Weekly envió de encubierto a uno de sus reporteros a trabajar en la fábrica de Foxconn en Shenzhen, China, lugar en el cual durante 28 días fue testigo y víctima de las condiciones a las que son tratados más de 400 mil empleados encargados de producir productos para Apple y otras empresas como HP, Dell e Intel, entre otros.

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El reportero Liu Zhiyi relata cómo se les obliga a los trabajadores a firmar un contrato en el que renuncian a su derecho legal de no sobrepasar las 36 horas mensuales de trabajo extra, con un sueldo inicial de apenas $132 dólares al mes, donde sólo contratan a personas que tengan alrededor de veinte años de edad que soporten las exigencias de las labores.

Trabajan todo el día de corrido, con pequeñas pausas sólo para comer y dormir brevemente, pues un grupo de 25.000 personas se dedican exclusivamente a la labor de fabricar para Apple, por lo que debido a políticas de confidencialidad deben vivir en Foxconn.

Las jornadas largas hacen que la actividad favorita de los empleados sea dejar caer objetos al suelo, ya que de esta forma pueden agacharse a recogerlos y sentirse aliviados de poder doblar las piernas luego de horas estando de pie. Es su único descanso.

Además, muchos de ellos ni siquiera se conocen o saben el nombre de quien tienen al lado, pues las oportunidades para hablar son muy pocas, y a su vez, todos usan una ropa tan parecida que se llegan a confundir. De todas formas, no tienen de qué tópico hablar, pues lo único que hacen es trabajar en la misma tarea repetitiva absolutamente todo el día, por lo que las relaciones sociales dentro de la empresa son casi nulas.

Solamente durante las festividades pueden salir a gastar lo poco que ganan y romper este ciclo de vida que puede generar stress y otros desórdenes mentales, lo que justificaría la ola de suicidios, sumado al hecho de que si los empleados tienen problemas, tampoco tienen amigos a quienes contárselos, porque no hablan con ningún colega como amigos. Aunque de todas formas probablemente ellos también tengan la misma dificultad.

Sin embargo, estas personas tienen sueños y anhelos que con un sueldo tan bajo no pueden cumplir. Desean ser ricos, libres y no se guardan estos ideales. De hecho, juegan a la lotería y a las carreras de caballos en forma continua, con la esperanza de no tener que hacer lo que les tocó en su vida. Pero si siguen trabajando de esa manera, puede que dejen de soñar por el resto de sus vidas

Las primeras denuncias contra la compañía que trabaja para Apple surgieron el año 2006, a raíz de las anormalidades generadas en el proceso de fabricación del iPod. Más tarde en el 2009, un trabajador se habría suicidado luego de perder un prototipo del iPhone, pues al parecer morir es mejor que recibir el castigo de Apple por revelar un secreto corporativo accidentalmente.

Durante el 2010, los problemas se movieron a México, donde trabajadores quemaron su lugar de trabajo reclamando que estaban siendo obligados por Foxconn a trabajar horas extra. Pero poco tiempo después volvemos a China, al mismo lugar de Shenzhen, donde se registran ya ocho suicidios de trabajadores en los últimos tres meses, con más de treinta intentos fallidos sólo durante las tres semanas recién pasadas. A raíz de esto, Foxconn incluso pensó en contratar un exorcista para eliminar las “energías negativas” del lugar.

A estas alturas y con las evidencias en la mano, ya parece obvio que Apple tendrá que cambiar las exigencias que hace a Foxconn para que fabriquen sus productos, pues escudarse detrás del pretexto de guardar secretos corporativos no es suficiente para justificar sueldos ridículamente bajos y horarios de trabajo extensos bajo condiciones en demasía desgastantes física y mentalmente, porque simplemente nada justifica este accionar. Porque sin importar el país, todos somos personas, no máquinas.

Links:
– The fate of a generation of workers: Foxconn undercover fully translated (Engadget)
– Undercover Report From Foxconn’s Hell Factory (Gizmodo)

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