Irina Romanovskaya es una profesora de Física y Astronomía del Community College de Houston que se ha dedicado a estudiar con profundidad los denominados planetas “errantes” cercanos a nuestro Sistema Solar.
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Estos cuerpos celestes se caracterizan por “navegar” libremente a la deriva a través de nuestra galaxia sin ataduras a una estrella o algún otro planeta.
De acuerdo con Romanovskaya, estos fenómenos espaciales provienen de la Nube de Oort y son descritas como “una enorme ‘escombrera’ espacial, que ha producido miles de millones de cuerpos celestes.
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Por su parte, la NASA define este espacio interestelar como «una capa esférica gigante que rodea el resto del Sistema Solar«. Visto de otra manera, se podría entender como una burbuja con gruesas paredes de hielo, donde se han formado diversos cometas y planetas enteros.
Planetas errantes como medios de transporte
En una reciente investigación, Romanovskaya propuso utilizar estos planetas como alternativa para los futuros viajes espaciales.
La investigación publicada en el International Journal of Astrobiology afirma que un planeta entero podría ser utilizado como una nave espacial gigante por civilizaciones avanzadas.
“Propongo que las civilizaciones extraterrestres puedan usar planetas que flotan libremente como transporte interestelar para alcanzar, explorar y colonizar sistemas planetarios”, escribió Romanovskaya.
“Los planetas que flotan libremente pueden proporcionar gravedad superficial constante, grandes cantidades de espacio y recursos ... Los planetas que flotan libremente con océanos superficiales y subsuperficiales pueden proporcionar agua como recurso consumible y para la protección contra la radiación espacial”, agregó Romanovskaya.
En su estudio, la profesora del Community College de Houston argumentó que las civilizaciones avanzadas pueden haber desarrollado tecnologías como los reactores de fusión para hacer que muchos planetas deshonestos sean hospitalarios si no tienen las condiciones adecuadas.