Ciencia

Perseverance ya está en Marte y llegó a tomar fotos

Unos momentos después de su amartizaje, que salió justo como se esperaba, el rover Perseverance ya nos envío sus primeras impresiones de Marte.

El amartizaje del rover Perseverance salió justo como se planeó y este nuevo habitante  robótico de Marte está listo para explorarlo.

Caer con estilo

La misión Mars2020 salió de la Tierra en julio del año pasado y hoy llegó a su destino: Marte, donde el rover Perseverance tuvo que hacer un cuidadoso descenso, en una de las partes más peligrosas de su misión.

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Unos quince minutos antes de llegar a la superficie de Marte, Perseverance tuvo que separarse de la nave principal que la llevó en su viaje de unos 200 millones de kilómetros.

Para detener el giro natural de la cápsula que transportaba a Perseverance, se encendieron unos propulsores, lo que además sirvió para acomodarla en la mejor forma para preparar su entrada a la atmósfera marciana.

Luego tuvo que deshacerse de algo de peso extra que llevaba, para conseguir la velocidad de caída adecuada, que la llevó a entrar por fin a la atmósfera, donde inició un descenso autónomo.

Aire marciano

Aunque Marte no tiene una atmósfera comparable con la de la Tierra, de todas formas lo poco que tiene de gases a su alrededor (dióxido de carbono, principalmente), sirve para desacelerar la cápsula que llevaba a Perseverance.

La fricción también hizo que esa caída fuera muy caliente, pero todo eso lo pudo soportar Perseverance: su cápsula era un escudo de calor, que la protegió de temperaturas de miles de grados.

Como el aire marciano puede tener partes más densas eso cambiaría un poco la orientación de Perseverance, pero todo eso se consideró desde que se planeó su amartizaje, así que un poco antes de terminar de bajar, tuvo un ajuste para que lo hiciera en la posición adecuada.

En esos ajustes soltó más peso, que la volvieron más ligera, ayudando también a su desaceleración.

Pero aún así, iba muy rápido: a más de 1500 km/h, pero no se preocupen, para eso llevaba paracaídas, lo que ayudó a bajar su velocidad hasta unos 500 km/h, cuando entonces se liberó la cápsula que la protegió del calor de entrada en la atmósfera.

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Llegó a tomar fotos

Cuando estaba a menos de 2 km de altura sobre el suelo marciano Perseverance usó un sistema de reconocimiento del terreno que usó para que su amartizaje fuera más seguro. En ese punto ya no tenía el paracaídas, y lo guiaba un sistema de cohetes, que contribuían a su desaceleración.

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Las imágenes que observaba del suelo al que se acercaba a 320 km/h, las comparó con una base de datos, que le sirvió para identificar si el terreno era seguro para continuar bajando en esa dirección o hacer algún ajuste de ser necesario.

Unos doce segundo antes de tocar el suelo, su «mochila» con cohetes alineó a Perseverance, para que estuviera lista para tocar el suelo, y se logró el desenlace feliz: cuando las seis ruedas de Perseverance tocaron el suelo. Ya estaba en Marte.

Y por supuesto una de las primeras cosas que hizo fue mandarnos un par de fotos, que muestran un poco del cráter Jezero, lugar que desde ahora será su hogar y sitio de trabajo.

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Realmente la misión de Perseverance apenas comenzó hace un rato, pero sin duda ha mostrado que la perseverancia de la humanidad puede traer muy buenos resultados.

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