En la industria de la exploración espacial existe un proyecto interesante que parece tener ambiciones de llegar más lejos que Elon Musk con SpaceX o Jeff Bezos con Blue Origin. Boeing está tentando el terreno para un nuevo tipo de turismo espacial, mucho más robusto y futurista. El primer paso clave para esa nueva era sería el proyecto de su cápsula espacial Starliner. Por desgracia parece que nada ha salido bien con ese asunto.
Lo que distingue a esta nave del resto es que, por ejemplo, Blue Origin o Virgin Galactic, implementan vuelos civiles de turismo espacial en donde sus cohetes se elevan hasta, técnicamente, casi, llegar al espacio exterior, para luego volver a la Tierra sanos y salvos.
En contraste el primer lanzamiento del Starliner tenía como objetivo llegar hasta la Estación Espacial Internacional (ISS) en donde el módulo de la cápsula se acoplaría para funcionar como una suerte de “prueba de concepto” sobre lo que podría hacer Boeing en el futuro. Donde podrían armar lanzamientos de turismo espacial o proyectos de orden privado al más puro estilo de SpaceX con sus módulos Dragon.
Sin embargo, con tal grado de complejidad, parece que hay demasiadas variables en juego y desde el inicio el proyecto se ha visto plagado de problemas, detalles y polémicas. Ahora, una vez más, ha sucedido algo delicado.
El Starliner de Boeing cancela su primer lanzamiento a horas de iniciar
La emoción por el primer vuelo tripulado de la nave espacial Starliner de Boeing se vio empañada ayer 6 de mayo, luego de que el lanzamiento se pospuso en el último minuto a solo dos horas de su anhelado despegue. Incluso los astronautas de la NASA, Suni Williams y Butch Wilmore, ya se encontraban a bordo de la cápsula espacial cuando surgió un problema técnico con una válvula de oxígeno del cohete Atlas V, responsable de propulsar la cápsula al espacio.
“Decimos que el negocio de los cohetes es un negocio de 10 millones de detalles, y solo cuando 10 millones de detalles son correctos tu cohete vuela”, señaló Dillon Rice, comentarista de lanzamientos de ULA (United Launch Alliance), según marca CNN, durante la retransmisión por internet de la misión que terminó siendo abortada..
Este lanzamiento marcaba un hito importante en la historia espacial de Estados Unidos, ya que se trataba del sexto viaje inaugural de una nave espacial tripulada. Desde el Mercury hasta el Apolo, pasando por el transbordador espacial y la nave Dragon de SpaceX, la misión Starliner representaba un nuevo capítulo en la exploración espacial estadounidense.
Pero como ya vimos todo se terminó cancelando por una causa fuerte. La seguridad de la tripulación es la prioridad máxima y todo apuntaba a que podría acabar en desastre si seguían con los planes proyectados. Así que fue un acto de prudencia.
Boeing ha tenido muchos problemas con el Starliner
Tras años de desarrollo, retrasos y contratiempos, Boeing finalmente tenía lista su cápsula espacial para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional en una misión de prueba de una semana. Se trataba de un paso muy importante, ya que el Starliner se presenta como un competidor directo de la Dragon de SpaceX, que ya ha realizado varios vuelos tripulados con éxito.
A pesar de que el problema técnico no parece estar relacionado con la propia cápsula Starliner, este nuevo retraso supone un duro golpe para las ambiciones espaciales de Boeing. La compañía ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de la nave espacial y esperaba dar el primer gran paso con este lanzamiento.
Por lo pronto los ingenieros de Boeing y ULA están trabajando incansablemente para solucionar el problema de la válvula y reprogramar el lanzamiento lo antes posible.
La NASA, por su parte, ha expresado su confianza en la seguridad de la nave espacial y en la capacidad de los equipos para resolver la incidencia.
Pero no tenemos fecha tentativa para el lanzamiento.
