Durante los últimos meses Julian Assange ha vivido un drama absoluto con su estadía dentro de la embajada de Ecuador en Londres.
El campeón tiene más de siete meses sin conexión a internet y parece que los diplomáticos se están cansando de él.
Justo en este complicado escenario los amigos de The Guardian acaban de conseguir un memo interno de la embajada que lo tiene como huésped.
Y el documento completo no tiene desperdicio alguno; ya que ahí se detallan una serie de reglas que Assange debe seguir. Si quiere seguir dentro de la embajada, recibir visitas y recuperar su conexión a internet.
Llama la atención los párrafos que hablan sobre su derecho a comunicarse y mantener su libertad de expresión. Donde marca algunas cosas que quedan prohibidas:
Pero la parte que se lleva las palmas es todo aquello que se refiere al cuidado de su gato. Donde la embajada le exige que se haga cargo del «bienestar, alimentación, aseo y cuidado adecuado» de su animal. De lo contrario las consecuencias serían malas:
La embajada habría sufrido un serio recorte de presupuesto. De modo que ahora sólo podrán garantizarle a Assange electricidad, calefacción, agua potable y wi-fi. Además de su estadía.
Pero si el refugiado rompe alguna de estas reglas entonces será expulsado de la embajada.
