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La inteligencia artificial atenta contra el medioambiente y la solución que plantea Sam Altman todavía no existe

Cada día se requiere de mayor uso de la inteligencia artificial, que para sostenerse requiere una exagerada cantidad de energía y recursos no renovables.

La huella de carbono de la inteligencia artificial es algo real. Sostener los mecanismos de aprendizaje automático requiere de una enorme cantidad de recursos que no son renovables para el planeta. Empresas como OpenAI (Sam Altman), creadora de ChatGPT, siguen incrementando su actividad sin siquiera una gota de preocupación por las consecuencias para el medioambiente.

Los sistemas de inteligencia artificial no hacen más que subir la demanda de recursos. A medida que crecen suman nuevas funciones y obtienen más clientes que requieren de estos servicios tecnológicos.

Se aumentan las producciones de hardware y se añaden servidores computacionales para mejorar los almacenamientos de datos que entrenan a la inteligencia artificial. Eso es uso de energía eléctrica y otros tantos elementos que requieren recursos naturales.

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Sam Altman, CEO de OpenAI, ofrece una solución, pero los defensores del medioambiente se le ríen en la cara prácticamente. El planteamiento del experto en inteligencia artificial, aunque es muy óptimo y sería ideal, todavía no existe.

Para satisfacer la demanda energética que requiere la inteligencia artificial, se necesita de energía nuclear, un método que ha registrado buenos avances en materia científica, pero que todavía no es un elemento que se pueda comercializar; posiblemente tendrán que pasar décadas para que esto ocurra.

“No hay manera de llegar allí sin un avance; necesitamos la fusión”, dijo Sam Altman, según Infobae, en referencia a la implementación de sistemas más masivos de inteligencia artificial, la próxima generación hacia la que apuntan los expertos en tecnología.

Las críticas hacia Sam Altman no se hicieron esperar

“Sería mucho más sensato concentrarse en lo que tenemos en este momento, y en lo que podemos hacer en este momento, en lugar de esperar algo que podría o no ocurrir. Esa es la problemática clave con la IA, porque ‘más grande es mejor’ es simplemente incompatible con la sostenibilidad”, dijo el investigador Alex de Vries a CNN.

Un informe de Bloomberg de marzo del 2023 (hace un año) exhibe la huella de carbono que la inteligencia artificial deja en nuestro planeta.

Empresas como Microsoft, Google y OpenAI emplean sistemas de computación en la nube, que requiere de miles de chips incorporados a servidores gigantescos, en centros de datos que están extrayendo energía por diferentes partes del mundo.

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