El objeto interestelar 3I/ATLAS ha entrado en una fase crítica de su trayectoria, alcanzando su conjunción solar (posición directamente detrás del Sol, desde la perspectiva de la Tierra) y su perihelio (punto más cercano a nuestra estrella). Esta alineación y proximidad, que ocurre en torno al 29 de octubre, es considerada una prueba clave para una de las hipótesis más polémicas de la astronomía moderna, propuesta por el profesor de Harvard Avi Loeb: que el objeto podría no ser natural, sino un artefacto de origen tecnológico alienígena, posiblemente una “nave nodriza”.
Descubierto el 1 de julio, el 3I/ATLAS es el tercer visitante interestelar confirmado, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. El objeto, que ha mostrado una química y polarización inusuales, además de una anticola rara (que no es resultado de una ilusión óptica), es abrumadoramente considerado un cometa natural por la comunidad científica.

La hipótesis de la nave nodriza de Avi Loeb
El profesor Avi Loeb ha sugerido repetidamente que el objeto podría tener un origen tecnológico, basándose en la trayectoria atípica de objetos interestelares como 1I/’Oumuamua. Aunque la mayoría de los científicos, incluida la NASA y SETI, rechazan firmemente esta idea, Loeb ha asignado públicamente una probabilidad que ha llegado al 30-40% de que el 3I/ATLAS “no tenga un origen totalmente natural”.
Según la controvertida hipótesis, el objeto podría ser un “evento cisne negro” o un “Caballo de Troya” tecnológico. Loeb incluso llegó a sugerir, de forma alarmante, que “si quieres tomarte unas vacaciones, tómate la decisión antes del 29 de octubre, porque quién sabe qué pasará”.

El Test Clave: Maniobra de Oberth
La fase de conjunción solar y perihelio es crucial porque, al estar el objeto fuera del alcance de los telescopios terrestres, podría, en el escenario altamente improbable de ser tecnológico, realizar una “maniobra de Oberth”. Esta maniobra usaría la gravedad del Sol para alterar el curso y la velocidad del objeto de forma eficiente.
Loeb sugirió que, si fuera una nave nodriza, podría liberar minisondas que realizarían una maniobra de Oberth inversa para reducir su velocidad en el perihelio e interceptar la Tierra. De suceder esto, los astrónomos podrían detectar cambios inesperados e inexplicables en su trayectoria y una posible eyección de masa.

La perspectiva de la ciencia convencional
La inmensa mayoría de la comunidad científica sostiene que el 3I/ATLAS se comporta de forma coherente con un cometa. Tom Statler, científico principal de cuerpos pequeños del Sistema Solar de la NASA, ha señalado que el objeto “parece un cometa. Hace cosas de cometa” y que “la evidencia apunta abrumadoramente a que este objeto es un cuerpo natural”.
Las variaciones observadas, como su química inusual y el fenómeno de la anticola, son consideradas por la ciencia convencional como interesantes propiedades de un cometa interestelar, y no como prueba de tecnología extraterrestre.

Impacto científico del perihelio
Independientemente de la hipótesis de la nave alienígena, el perihelio es un momento clave para la ciencia. A medida que los cometas se acercan al Sol, el calentamiento provoca que liberen gases volátiles y polvo, un proceso conocido como desgasificación. El 3I/ATLAS mostró desgasificación incluso a 6.4 Unidades Astronómicas AU del Sol (una AU es la distancia de la Tierra al Sol).

Observar este fenómeno en su punto más cercano al Sol, incluso con las observaciones limitadas de los orbitadores de Marte y Júpiter, proporcionará pistas valiosas sobre su entorno original y su composición, ayudando a desentrañar los secretos del espacio interestelar. Se espera que, de ser un objeto natural, el cometa continúe su trayectoria fuera del Sistema Solar después de este encuentro.

