El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar que visita nuestro Sistema Solar, ha provocado que la NASA active su protocolo de defensa planetaria. Esta iniciativa, considerada un “experimento natural” por los astrónomos, busca evaluar diversos escenarios ante la trayectoria y la alta velocidad del objeto, aunque la agencia espacial ha aclarado que el cometa “no representa una amenaza inmediata” para la Tierra.
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Descubierto el 1 de julio de 2025, el 3I/ATLAS ha captado la atención global, no solo por su origen fuera de nuestro vecindario estelar, sino por sus características físicas y su comportamiento errático. Es el objeto más grande de su tipo detectado hasta la fecha, con un diámetro estimado de entre 5 y 11 kilómetros.
El protocolo de defensa planetaria
La activación del protocolo de defensa se debe a varios factores relacionados con la órbita del cometa. El 3I/ATLAS se caracteriza por su trayectoria hiperbólica, su velocidad extremadamente alta y, primordialmente, su origen interestelar. Estos factores lo convierten en una oportunidad crítica para poner a prueba los sistemas de alerta y defensa cósmica, lo cual, hasta hace poco, se consideraba un ejercicio meramente teórico.

Fuentes señalan que la activación de estos protocolos busca evaluar escenarios ante el tránsito del cometa, ratificando la importancia de la vigilancia espacial.
La historia del Cometa y su origen interestelar
El 3I/ATLAS es solo el tercer visitante de este tipo que se detecta, siguiendo a 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Su procedencia del espacio interestelar lo convierte en una fuente de información única, ya que puede revelar qué materiales existen y cómo se comportan los cuerpos celestes que se forman en sistemas estelares ajenos al nuestro.

Los estudios preliminares de su composición ya han detectado una presencia rica en hielo y gases poco comunes.
Rol clave de Chile en el descubrimiento
El papel de Chile ha sido fundamental en esta historia astronómica. El cometa fue descubierto en julio de 2025 por el telescopio ATLAS (Sistema de Alerta de Impactos Terrestres de Asteroides) ubicado en Río Hurtado, en territorio chileno.
Las excepcionales condiciones de los cielos en el país podrían jugar un papel clave en las futuras observaciones.

El Enigma de la Anticola y su transformación
Desde su descubrimiento, el 3I/ATLAS ha presentado un comportamiento inusual. Inicialmente, destacó por exhibir una anticola, una extensión de polvo que parecía apuntar en dirección al Sol, contrariamente al comportamiento típico de un cometa, cuya cola se forma en dirección opuesta a la estrella.
Aunque algunos astrónomos sugirieron que podía tratarse de una ilusión óptica, estudios preliminares indicaron que se trataba de una “anticola verdadera”.
El cambio de dirección confirmado
En septiembre, esta anómala estructura experimentó una transformación notable. Imágenes y avistamientos confirmaron que la anticola se convirtió en una cola convencional, proyectándose en dirección opuesta al Sol.
Este cambio es vital para comprender la composición del objeto. Los datos espectroscópicos recopilados por telescopios, como el espacial James Webb, sugieren que el dióxido de carbono es el principal motor de la actividad cometaria, provocando chorros de gas y polvo que forman la cola.

¿En qué consiste el protocolo de defensa de la NASA?
El protocolo de defensa planetaria, activado por la NASA, consiste en la evaluación de escenarios ante el tránsito de objetos interestelares como el cometa 3I/ATLAS. Este ejercicio tiene como objetivo poner a prueba los sistemas de alerta y defensa cósmica, especialmente ante la trayectoria hiperbólica, la alta velocidad y el origen interestelar del objeto. Las fuentes indican que esta activación busca evaluar escenarios ante la transición de este objeto, lo cual se considera un “experimento natural” para los sistemas de vigilancia.

La oportunidad científica detrás de la vigilancia extrema
La activación del protocolo se debe a varios factores relacionados con la órbita del cometa. Su trayectoria hiperbólica, velocidad extremadamente alta y origen interestelar lo convierten en una oportunidad crítica para poner a prueba los sistemas de alerta y defensa cósmica, lo cual, hasta hace poco, se consideraba un ejercicio meramente teórico.

