Los diferentes colores que vemos sobre la superficie de Júpiter, se han convertido en objeto de debate de la comunidad científica. La NASA, con la intención de conocer todos los secretos del Sistema Solar, mandó la sonda espacial Juno para estudiar al gigante gaseoso y algunas de las lunas que la orbita, como el caso de Ío.
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Recientemente, la agencia espacial norteamericana ha publicado nuevos datos de la sonda espacial Juno, después de que la nave prácticamente indagara en el interior de la superficie de Júpiter y de Ío.
Con respecto al gigante gaseoso, la NASA confirma que esa diferencia de colores es una cantidad dantesca de tormentas que se mueven alrededor de Júpiter. Gracias a los nuevos datos, los científicos pueden tener una mejor comprensión de la corriente de chorro que rodea al polo norte del planeta gaseoso.
Todo en Júpiter es extremo", dijo Scott Bolton, investigador principal de Juno en el Instituto de Investigación del Suroeste de San Antonio en referencia a las condiciones del quinto planeta, con respecto a su distancia del Sol.
“El planeta alberga ciclones polares gigantescos, más grandes que Australia, intensas corrientes en chorro, el cuerpo más volcánico de nuestro sistema solar, la aurora más potente y los cinturones de radiación más intensos. A medida que la órbita de Juno nos lleva a nuevas regiones del complejo sistema de Júpiter, observamos con mayor detalle la inmensidad de energía que este gigante gaseoso posee”, añade Bolton.

¿Juno se metió en Júpiter?
Claramente la sonda espacial no ingresó a la superficie de Júpiter, eso por ahora es prácticamente imposible. Juno logró “meterse” adentro del gigante gaseoso a través de una herramienta remota llamada radiómetro de microondas (MWR), un instrumento diseñado para mirar debajo de las nubes del planeta.
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La información de esta herramienta fue combinada con un Mapeador Auroral Infrarrojo Joviano (JIRAM).
“Cuando combinamos los datos del MWR con las imágenes infrarrojas de JIRAM, nos sorprendió lo que vimos: evidencia de magma aún caliente que aún no se ha solidificado bajo la corteza enfriada de Ío. En todas las latitudes y longitudes, había flujos de lava en enfriamiento”, dijo Shannon Brown, científica de Juno en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.