El Telescopio Espacial James Webb (JSWT) lo hace de nuevo y con su avanzada tecnología ayuda a documentar un curioso fenómeno espacial que nos lleva a un estudio científico que estimula una interesante reflexión sobre cómo del caos nace la vida.
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Hace algunas semanas reportamos cómo este instrumento fue capaz de detectar cerca de 150 objetos extraños en la nebulosa de Orión que antes eran imperceptibles por el brillo de los cuerpos astrales vecinos.
Pero ahora, gracias al poder y precisión del JWST ha sido posible documentar la existencia de centenares de nuevos cuerpos y formaciones que antes eran imperceptibles para la tecnología existente.
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Se trata de una avance histórico en el terreno de la exploración espacial. Sin embargo esa no sería la única gracias del Telescopio Espacial James Webb.
Perfecto ejemplo es el caso que les compartimos hoy, donde el artefacto logró documentar una explosión estelar que lleva a conectar todo con el origen mismo de nuestro planeta y toda la vida actual que aquí reside.
El Telescopio Espacial James Webb (JWST) desentraña la explosión de GRB 230307A
El 7 de marzo de 2023, el Telescopio Espacial James Webb y otros observatorios detectaron una explosión estelar masiva a unos mil millones de años luz de la Tierra.
La explosión, llamada GRB 230307A, ya reportada anteriormente por nuestros colegas de Publimetro, fue la segunda más brillante jamás observada y se cree que fue causada por la fusión de dos estrellas de neutrones.
El estudio sobre este fenómeno acaba de ser publicado en la revista Nature, generando gran expectativa en la comunidad, ya que se trata de la primera vez que se ha observado el material liberado de una kilonova.
Se trata de un tipo raro de explosión estelar que se cree que es responsable de la creación de elementos químicos pesados, incluidos algunos que son necesarios para la vida. Para el caso de GRB 230307A la explosión fue tan brillante que incluso fue visible a simple vista durante algunos minutos.
De modo que un equipo de investigadores, científicos y astrónomos utilizaron una variedad de telescopios para rastrear la explosión y determinar su origen. En donde el JWST fue la herramienta más determinante.
Ya que los datos recopilados por el James Webb mostraron que la explosión fue causada por la fusión de dos estrellas de neutrones, creando así una kilonova en su fusión, o sea, se documentó una explosión de material altamente enriquecido en elementos pesados.
El telescopio ayudó a detectar la “firma química” del telurio, un metaloide raro que se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluidas las baterías de iones de litio, en el material liberado por la kilonova.
Gracias a lo cual los investigadores esperan que otros elementos cercanos al telurio en la tabla periódica, como el yodo, que es necesario para la vida en la Tierra, también estén presentes en el material liberado por la kilonova.
De manera que el JWST ayudó a estudiar un fenómeno que explica el proceso químico exacto para la formación de elementos que siembran las bases para generar vida en nuestro planeta.