Durante años el asteroide Bennu ha sido objeto de obsesión para la NASA y un amplio grupo de científicos que consideran la posibilidad firme de que esta gran roca podría estrellarse contra la Tierra.
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Los cálculos más recientes apuntaban a que esto podría suceder relativamente “pronto” en el año 2182, aunque esa fuera una probabilidad entre otras miles, partiendo de los datos disponibles en aquel momento para correr los cálculos.
Sin embargo esto fue más que suficiente para que la agencia espacial se fijara como objetivo desarrollar algunos protocolos de contingencia en caso de un escenario de impacto contra Bennu o alguna otra formación estelar.
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Al mismo tiempo que ejecutaron una misión de exploración espacial, denominada OSIRIS-REx, enfocada única y exclusivamente al análisis y estudio de este asteroide en casi todo aspecto posible.
Es así como a inicios de este mismo mes, tras siete años en el espacio, la sonda de esta misión por fin regresó a la Tierra con una serie de muestras recolectadas directamente de la superficie del asteroide.
Durante el lapso de su arribo a la roca y su regreso a nuestro hogar se recopilaron también bastantes datos gracias a los cuales por fin ha sido posible despejar algunas dudas sobre la situación de peligro real en la que nos encontramos.
Científicos calculan nueva fecha probable de impacto del asteroide Bennu contra la Tierra
A partir de los datos recopilados por la OSIRIS-REx, un grupo de científicos del Center for Near-Earth Object Studies (CNEOS) han publicado sus más recientes avances en torno a sus cálculos sobre las probabilidades de impacto de Bennu contra nuestro planeta.
El anterior cálculo afirmaba que había una posibilidad entre 2.700 de que la roca se estrellara contra nosotros en el año 2182. Ahora las nuevas proyecciones apuntan a que el impacto en todo caso sucedería hasta el año 2300.
Sin embargo, al realizar el balance de probabilidades las cifras también cambiaron y ahora hay una posibilidad entre 1.750 de que el choque suceda en aquel futuro. Todo esto significa que las posibilidades de una colisión han aumentado ligeramente a futuro.
Por fortuna se tienen proyectos y misiones como la de D.A.R.T. con la que se comprueba que, en teoría, es posible llegar a encontrar formas de desviar la órbita de un asteroide en curso de colisión hacía la Tierra si es necesario.
La buena noticia de todo esto es que si llegase a suceder el incidente los más probable es que todos lo que leamos esta noticia ya no estaremos por aquí.