La explosión del cohete Starship de Elon Musk, que sería usado para viajar a la Luna y Marte, generó una serie de situaciones que retrasarían aún más las pruebas. Ya se habló sobre la investigación de rutina de la FAA estadounidense, y ahora surge una demanda por parte de grupos ambientalistas.
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Lo bueno para Musk: la demanda del Centro para la Diversidad Biológica no es en su contra, sino para la FAA (Administración Federal de Aviación, por sus siglas en inglés), alegando que no cumplió “con la ley ambiental federal fundamental”.
Los ambientalistas, que introdujeron el documento ante un tribunal federal en Washington, buscan proteger algunos de los hábitats de aves migratorias más vitales de América del Norte.
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“Es vital que protejamos la vida en la Tierra incluso mientras miramos a las estrellas en esta era moderna de vuelos espaciales”, afirmó en un comunicado Jared Margolis, abogado principal del Centro para la Diversidad Biológica.
La explosión de Starship, el cohete de Elon Musk
El puerto espacial privado de SpaceX, empresa de Elon Musk, se encuentra al sur de Texas. Desde allí voló Starship durante cuatro minutos, hasta explotar sobre el Golfo de México el pasado 20 de abril.
Según la demanda, citada por la CNN, “el área alrededor de la zona de lanzamiento es un hábitat esencial para las especies protegidas por el gobierno federal, incluido el ocelote, en peligro de extinción”.
Pero antes del lanzamiento fallido, la FAA explicó en un comunicado que el evento “no tendría un impacto significativo en el entorno circundante”.
El Washington Examiner señala que, aunque no hubo heridos y ninguna propiedad privada resultó dañada, la explosión envió fragmentos de hormigón y metal desde la base de lanzamiento, además de incendiar 3.5 acres de una zona forestal.
Por algunas semanas está frenado cualquier otro intento de Elon Musk para probar un nuevo cohete Starship, debido a las investigaciones de rigor por parte de la FAA. Pero de prosperar la demanda, el tiempo será mucho mayor.