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La historia del británico que hackeó computadoras de la NASA y vio fotos perturbadoras de ovnis: “Quedé absolutamente atónito”

Este año, Gary McKinnon recordó con The Sun los eventos que casi lo llevan a prisión en Estados Unidos.

El británico fue acusado por las autoridades norteamericanas tras hackear a la NASA y a los organismos militares del país.
Gary McKinnon El británico fue acusado por las autoridades norteamericanas tras hackear a la NASA y a los organismos militares del país. (Fiona Hanson - PA Images/PA Images via Getty Images)

Gary McKinnon se define como detective cibernético, tiene 56 años y fue diagnosticado con autismo. Con técnicas que hoy son risibles, hackeó computadoras de la NASA y otros departamentos del gobierno de Estados Unidos entre 2001 y 2002, y lo que vio fue perturbador: imágenes de ovnis, miles de ellas.

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“Quedé absolutamente atónito”, contó a The Sun, en una entrevista, este año.

En lo que en ese entonces se llamó “el ataque informático más grande de todos los tiempos”, el escocés McKinnon entró en el corazón de la NASA y varios entes militares norteamericanos. Su intención era tratar de probar un relato de una ex empleada, Donna Hare, que decía que a menudo se borraban imágenes satelitales de ovnis.

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El testimonio de Gary McKinnon y las imágenes de ovnis

Lo que entonces vio lo dejó perplejo. Eran cuatro carpetas, con los nombres Filtradas, Sin filtrar, Procesadas y Sin Procesar, en los sistemas del edificio 8 del Centro Espacial Johnson.

De las miles de fotos, solo pudo sacar una imagen de una carpeta, debido a la lenta conexión telefónica de ese entonces, 56K.

Todo sucedió entre febrero de 2001 y marzo de 2002, ingresando en 97 computadoras del gobierno de Estados Unidos: NASA, Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Departamento de Defensa...

En 2002, McKinnon fue arrestado, liberado y luego detenido de nuevo, en 2005, a pedido de los Estados Unidos. Le acusaron de cometer daños por 700 mil dólares e interferir con los archivos de la Fuerza Aérea norteamericana del 11 de septiembre de 2001.

Imágenes referenciales de objetos voladores no identificados.
Ovnis Imágenes referenciales de objetos voladores no identificados. (KTSDESIGN/SCIENCE PHOTO LIBRARY/Getty Images/Science Photo Libra)

Los fiscales pedían hasta 60 años de prisión para el británico. Pero, aunque el gobierno del Reino Unido acordó su extradición en 2006, las apelaciones y las campañas a su favor ralentizaron todo.

Finalmente, en 2012 las autoridades bloquearon su extradición, bajo al argumento de que tenía el síndrome de Asperger. Por ese mismo motivo se decidió que no sería procesado en el Reino Unido.

“Lo habría pasado muy mal, y prometieron ‘castigarme al máximo’ si no accedía a la extradición. Uno de ellos (de los funcionarios norteamericanos) dijo que quería ‘verlo freirse’, en una referencia a la silla eléctrica”, contó McKinnon.

El año del estudio científico de los ovnis por parte de la NASA

A la luz de la recientemente creada comisión de la NASA para investigar el fenómeno OVNI, cuando el Pentágono reconoció más de 400 avistamientos ocurridos desde 2014, el testimonio de McKinnon toma mucha fuerza.

Para el británico, Estados Unidos ha encubierto información sobre ovnis, “ya sea porque las naves son tan avanzadas que están más allá de la comprensión humana o porque han logrado extraer tecnología secreta de objetos misteriosos que quieren mantener ocultos”.

No obstante, para McKinnon no habrá mayores divulgaciones tras el anuncio del Pentágono.

El británico fue acusado por las autoridades norteamericanas tras hackear a la NASA y a los organismos militares del país.
Gary McKinnon El británico fue acusado por las autoridades norteamericanas tras hackear a la NASA y a los organismos militares del país. (Chris Terry/Getty Images)

La entrevista de The Sun con el británico ocurrió luego de la revelación, antes de conocerse el establecimiento de la comisión de la NASA.

“La audiencia (del Pentágono) no es significativa en absoluto para la divulgación. Estas audiencias, paneles de discusión y similares nunca son fructíferos para la divulgación”.

“No debemos olvidar la mentalidad militar: lo desconocido es una amenaza potencial o una herramienta potencial para usar. La divulgación proviene de testigos, no del ejército, no del gobierno. Todo lo que nos dan son mentiras”.

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