Hay un dicho que dice: “todo tiempo pasado fue mejor”. Y si hablamos de Dragon Ball, muchos fans podrían colgarse de esa frase con fuerza. Porque aunque Dragon Ball Super intentó llevar la saga a nuevas alturas, lo cierto es que también nos dejó con momentos que hicieron que hasta los fallos más criticados de Dragon Ball Z parecieran genialidades.
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El regreso de Freezer… pero sin alma
Traer de vuelta al villano más icónico de la franquicia suena como una gran idea. Pero Dragon Ball Super lo hizo tan sin ganas que parecía más un trámite que un enfrentamiento legendario. En lugar de reinventar la amenaza de Freezer, simplemente nos dieron una pelea con nuevas transformaciones. ¿La emoción? Se quedó en Namek.
Lo más triste es que ni siquiera intentaron algo nuevo. Si otros personajes como Gohan o Piccolo hubieran tenido su revancha, el resultado podría haber sido mucho más interesante. Pero no. Otra vez Goku. Otra vez Vegeta. Y para colmo, tuvieron que retroceder el tiempo para anular su victoria.
¿Y Goten y Trunks? Bien, gracias
Cuando llegó el Torneo del Poder, los fans esperaban ver a Goten y Trunks en acción. Pero no. Dragon Ball Super decidió que eran “muy jóvenes” para participar, a pesar de haber salvado el mundo en el pasado como Gotenks. Dragon Ball Z les dio momentos absurdos, sí, pero al menos los puso en el centro del escenario.
El regreso más triste: el Capitán Ginyu
Después de pasar décadas atrapado como rana, Ginyu finalmente volvió… para morir en un solo golpe de Vegeta. Así, sin drama ni gloria. Dragon Ball Z, con todo y sus rellenos, le dio más protagonismo, incluso cuando robó el cuerpo de Bulma. Dragon Ball Super simplemente lo trajo para desecharlo.
Monaka, el guerrero más débil (pero no lo sabían)
¿La idea de motivar a Goku y Vegeta con un “supuesto” luchador ultra poderoso? Interesante. ¿Inventar un personaje que nunca ha peleado y mantener la farsa eternamente? No tanto. Monaka es una broma que se alarga demasiado y hace que nuestros Saiyajin favoritos queden como ingenuos.
Fanservice gratuito para Bulma
El Maestro Zuno prometía ser una fuente de sabiduría cósmica… pero terminó siendo un pretexto para una escena innecesaria con Bulma. A cambio de información, pedía besos. ¿De verdad era necesario? En Dragon Ball Z, al menos, los personajes estrafalarios como Kaio-sama tenían un propósito real. Aquí, ni eso.
Frost: una versión desinflada de Freezer
Frost se presentó como el “Freezer bueno” del Universo 6. Pero la ilusión duró poco. Al final, solo era otro villano disfrazado de héroe, pero sin carisma ni fuerza real. Incluso Cooler —sí, el del universo alternativo— ofrecía más capas y una personalidad propia. Con Frost, Dragon Ball Super simplemente recicló ideas sin darles profundidad.
Cell Max: puro grito y cero historia
La película Dragon Ball Super: Super Hero revivió la amenaza de la Patrulla Roja… y también a Cell, en teoría. Pero Cell Max no habla, no razona y solo grita. Literalmente. Es como una figura de acción gigante que no hace justicia al villano original. Si la idea era evocar nostalgia, fallaron.
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Dragon Ball Super tiene aciertos, claro. Pero sus errores no solo duelen, también hacen que momentos muy criticados de Dragon Ball Z parezcan hasta entrañables. Tal vez Toriyama debió haber escuchado a sus fans… o al menos, releer su propio manga antes de reciclar personajes sin alma.
Porque a veces, menos es más… y Gotenks lo sabe.