Todo gran anime necesita conflicto, pero a veces ese caos no lo causa el villano de turno, sino el mismísimo protagonista. Sí, el personaje al que todos seguimos, apoyamos y queremos ver ganar. A lo largo del anime, no faltan las decisiones impulsivas, absurdas o emocionalmente cuestionables que hacen que los fans griten: ¿¡POR QUÉ HICISTE ESO!?.
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Y en más de una ocasión, esas decisiones estuvieron a punto de tirar por la borda todo el argumento.
Eren Yeager y el botón del apocalipsis
En Attack on Titan, Eren comenzó como un chico con sed de venganza, pero terminó activando el Retumbar, destruyendo casi toda la humanidad fuera de la isla Paradis. Lo hizo en nombre de la libertad, pero la línea entre justicia y genocidio se desdibujó.
¿Resultado? Una comunidad de fans partida en dos y una de las decisiones más polémicas en la historia del anime.
Light Yagami: el genio que cayó por su propio ego
En Death Note, Light era brillante… hasta que cayó en la provocación más obvia. L lanzó un señuelo en TV, y Light, con su ego inflado, mató en vivo y en directo a un tipo al azar.
Con eso, básicamente le regaló a L toda la información clave para empezar su cacería. A partir de ahí, la serie se volvió una montaña rusa de errores disfrazados de genialidad.
Lelouch y el día en que hablar de más terminó en masacre
En Code Geass, Lelouch tenía el control total… hasta que su poder de control mental, el Geass, se activó accidentalmente y le ordenó a Euphemia matar a todos los japoneses.
Una simple frase mal dicha desencadenó una tragedia que descarriló su rebelión y lo obligó a tomar decisiones aún más oscuras. Todo por hablar sin pensar.
Shinji Ikari: piloto con problemas existenciales (y planetarios)
En Neon Genesis Evangelion, Shinji no solo peleaba contra ángeles, también contra su cabeza. Su constante indecisión y colapso emocional desencadenaron el Proyecto de Instrumentalidad Humana, donde todos pierden su individualidad. Nada como un colapso emocional adolescente para casi acabar con la humanidad.
Naruto: corazón enorme, sentido de la oportunidad cuestionable
Naruto siempre fue el chico que apostaba por el poder de las palabras. Pero durante la guerra ninja, trató de hablar con Obito en vez de derrotarlo. Y sí, por poco ese gesto bienintencionado le cuesta la batalla. Su compasión casi se convierte en su punto débil... por suerte, era Naruto.
Gon Freecss: “Me arruino la vida pero gano la pelea”
Gon era optimista hasta que murió Kite. Desde ahí, su rabia lo llevó a cambiar su cuerpo y su futuro solo por venganza. Se transformó en una versión adulta de sí mismo con poder brutal… que casi lo mata.
Emocional, impulsivo y completamente fuera de control, Gon demostró que incluso los protagonistas shōnen pueden romper sus propios límites… y sus pulmones.
Kaneki Ken y la mala decisión que confundió a todos
En Tokyo Ghoul, tras una tortura que lo marcó, Kaneki decide unirse al grupo de villanos más violentos: Aogiri Tree. ¿Por qué? Nadie lo sabe muy bien. Lo peor es que esta decisión desvió la historia del manga original, y toda la segunda temporada quedó sumida en un caos narrativo del que el anime apenas se recuperó.
Yugi y su momento “¿acabas de mostrarle tu combo final al enemigo?”
Yugi tenía el combo más poderoso de Yu-Gi-Oh!: Exodia. Pero cuando decidió mostrarle las cinco cartas a Weevil, el tipo las lanzó al mar sin pensarlo dos veces. Fue una clase magistral de cómo perder una ventaja imbatible en segundos. Afortunadamente, es un anime, y el drama pesa más que la lógica.
Yuki y el error romántico que selló su destino
En Mirai Nikki, Yuki decide acostarse con Yuno, a pesar de saber que es inestable, manipuladora y probablemente peligrosa. Spoiler: lo era. En lugar de alejarse, se metió de cabeza en la relación más tóxica del anime. Y sí, a partir de ahí todo fue cuesta abajo con gasolina.
Vegeta: “Te dejaré volverte invencible… solo para probar mi poder”
En Dragon Ball Z, Vegeta tenía a Cell a punto de ser derrotado. Pero su orgullo dijo: “¿Y si lo dejo absorber a Androide 18 para pelear contra su forma perfecta?”. Spoiler: lo hizo. Resultado: Cell Perfecto, riesgo global, y una catástrofe que solo se evitó gracias a Gohan. El ego de Vegeta, una vez más, casi acaba con la Tierra.
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Cuando el héroe es su peor enemigo
Estos momentos son recordados no solo por el impacto que tuvieron en sus respectivas series, sino por recordarnos que hasta los personajes principales pueden tener pésimos días (y decisiones).
A veces, el mayor peligro no está en los villanos… sino en el protagonista con exceso de confianza o emociones fuera de control.

