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¿Realmente Las últimas series de Dragon Ball se apegan mucho más a la nostalgia? En estos casos parece que si

Las nuevas entregas de Dragon Ball parecen tener un amor obsesivo por el pasado, que a veces se pasa de homenaje… a exceso.

Mai y Trunks - Dragon Ball Super
Mai y Trunks - Dragon Ball Super

Dragon Ball no quiere soltar el pasado, y lo entendemos: cuando tienes casi 40 años de historia, es difícil resistirse a revivir lo que ya funcionó. Pero mientras Akira Toriyama y compañía intentan mantener viva la chispa con transformaciones, regresos inesperados y fusiones al por mayor, muchos fans se preguntan: ¿es esto una evolución o simplemente nostalgia en esteroides?

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1. Freezer se niega a jubilarse (y la historia también)

El eterno enemigo de Goku ha regresado más veces que las modas noventeras. En Dragon Ball Super, su participación en el Torneo de Poder suena más a “lo metimos porque sí” que a una decisión lógica. ¿Majin Buu se quedó dormido? ¡Perfecto! Freezer al rescate.

El problema es que este villano icónico ya se siente más como un meme recurrente que una amenaza real.


2. La Banda de Pilaf: de villanos a caricaturas de sí mismos

En el Dragon Ball original fueron los primeros malosos. Hoy… solo están ahí para hacer reír un rato. Convertidos en niños por error (otra vez), su papel en Super no pasa de ser decorativo. Son como esos cameos en películas que solo están para que digas: “¡Oh, mira quién volvió!”.

3. Majin Buu… ¿versiones remix?

En Dragon Ball DAIMA, el Dr. Arinsu decide que un solo Buu no era suficiente, así que crea a Majin Kuu y Majin Duu. Hechos con ADN del original y con Saibaman como cereza del pastel, estos nuevos personajes no engañan a nadie: son Buu 2.0 con filtro de nostalgia activado. Uno incluso hace el saludo de Arale. Sí, ese nivel de guiño.

4. Trunks del Futuro: el héroe que quedó en segundo plano

Su regreso fue hype total… hasta que empezó a sentirse como actor secundario en su propia saga. Trunks brilla poco y sus nuevos poderes (como el Super Saiyan Rage) aparecen sin lógica. Lo que pudo ser una evolución épica se convierte en otro capítulo de “esto suena chévere, pongámoslo”.

5. El regreso más raro: Ginyu rana edición Tagoma

¿Recuerdas a Ginyu cambiando de cuerpo y quedándose atrapado en forma de rana? Pues Super lo sacó del pantano solo para que tome el cuerpo de Tagoma… y muera a los 5 minutos. ¿Fanservice? Sí. ¿Necesario? Para nada.

6. La Patrulla Roja y Cell Max: nostalgia con esteroides

En Dragon Ball Super: Super Hero, La Patrulla Roja revive como amenaza y Cell regresa en forma de Cell Max. Todo huele a la saga de los androides, incluido el momento en que Gohan vuelve a brillar. Pero todo ocurre tan rápido y sin sentido que más parece una excusa para decir: “Mira, ¡Gohan volvió a ser cool!”

7. Broly y Gogeta: dos por uno para el corazón

La película Broly es visualmente impresionante, pero también grita nostalgia a todo pulmón. Trae de vuelta a Broly con nueva historia, pero el mensaje es claro: lo que vende, regresa. Y si eso no bastara, te lanzan a Gogeta como fusión estelar. ¿Qué sigue, Bardock en HD?

8. La técnica olvidada: Ola de Contención del Mal… ¿otra vez?

Esta técnica legendaria vuelve como solución mágica… y falla. Contra Zamasu, contra Frost, contra quien se les ocurra. Cada intento termina igual: “¡Oh no, falló otra vez!”. ¿Era un tributo o un chiste cruel?

9. Arale toma el control (y el episodio entero)

Sí, la legendaria Arale regresa en un episodio crossover de Super que básicamente se convierte en Dr. Slump Z. Goku y Vegeta quedan ridiculizados, Arale canta su intro, y todo se convierte en un desmadre adorable, pero caótico. ¿Nostalgia pura o relleno con disfraz retro?

10. Super Saiyajin 4: la carta GT que nadie pidió (pero todos gritaron)

Dragon Ball DAIMA recupera el SSJ4 de GT y lo mete como golpe final. ¿Épico? Sí. ¿Sentido? No tanto. Esta transformación aparece de la nada, como un pastel sorpresa que alguien dejó olvidado desde los 2000. No molesta, pero sí se nota el fanservice forzado.

Conclusión: Dragon Ball ya no solo se inspira en su pasado… vive en él

No hay duda de que Dragon Ball sigue siendo emocionante y visualmente espectacular. Pero, al igual que un cantante que no puede dejar de tocar sus viejos éxitos, la serie se apoya tanto en su historia que a veces olvida construir un futuro. La nostalgia vende, pero también puede encerrar.

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¿Y tú? ¿Eres del team “¡Dame más guiños al pasado!” o del “¡Vamos a algo nuevo ya, por favor!”?

       

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