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Estos villanos de Dragon Ball se veían tan amenazantes que fue una decepción verlos morir tan pronto

Cuando el hype era real, pero el villano duró menos que un opening.

Dábura y Buu
Dábura y Buu

Dragon Ball nos ha acostumbrado a villanos legendarios, con transformaciones épicas, ataques devastadores y miradas tan intensas que daban escalofríos. Pero, a veces, todo ese misterio y poder se desmorona en cuestión de minutos. Algunos antagonistas parecían estar diseñados para cambiar el juego… y terminaron siendo eliminados como si fueran relleno.

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En este repaso, vamos a recordar a esos malos que se veían amenazantes, pero que al final se convirtieron en simples notas al pie de la historia.

Drum: del monstruo final al “KO” más rápido de Goku

El Rey Demonio Piccoro era una fuerza aterradora, y sus vasallos oscuros no se quedaban atrás. Drum, su creación más poderosa, apareció para ser un verdadero dolor de cabeza para Ten Shin Han.


Todo indicaba que sería una pelea digna… hasta que llegó Goku en modo “no estoy para juegos” y lo despachó de una sola patada en la cabeza. Uno de los momentos más brutales y rápidos de la saga original.

Yakon y Pui Pui: puro diseño, cero resultados

Babidi prometía villanos escalofriantes antes de despertar a Majin Buu. Primero vino Yakon, un alienígena que devoraba energía luminosa y parecía imbatible en la oscuridad. Goku lo sobrecargó como si fuera un enchufe mal conectado y listo: fin del combate.

Después llegó Pui Pui, todo músculo y orgullo por la gravedad de su planeta natal… Vegeta ni sudó. Un golpe y adiós. Dos diseños geniales que se quedaron en simples calentamientos para los héroes.

Raditz: el hermano que llegó para revolucionar… y murió en 5 episodios

El arranque de Dragon Ball Z fue explosivo: Goku descubre que es un Saiyajin y que tiene un hermano mayor malvado. Todo apuntaba a que Raditz sería un villano recurrente. Spoiler: no. Muere en el quinto episodio por el combo de Goku y Piccolo, dejando paso a amenazas aún mayores.

Un final demasiado rápido para alguien con tanto potencial.

Androides 19 y 20: chatarra antes de tiempo

Presentados como los grandes villanos de la saga de Cell, los androides 19 y 20 duraron menos que un meme en Twitter. Vegeta humilla al 19 en Super Saiyan y el Dr. Gero es eliminado por el propio Androide 17. Fueron apenas una introducción para los androides verdaderamente icónicos.

Nappa: de verdugo implacable a desecho de Vegeta

Nappa aterrorizó a los Guerreros Z, mató a varios y parecía invencible. Pero cuando llegó Goku con su Kaio-Ken, el grandote pasó de ser un monstruo a un saco de boxeo. Vegeta, harto de su ineptitud, lo ejecutó sin pensarlo. Un cambio radical que todavía sorprende.

Dabura: el rey demonio convertido en galleta

Todo en Dabura gritaba “jefe final”: saliva que convierte en piedra, espada invocada de la nada, poderes infernales… Pero en pleno combate, Majin Buu lo transformó en galleta y se lo comió. Así, sin ceremonia. Un villano prometedor que terminó siendo un snack.

El regreso exprés de Ginyu en Dragon Ball Super

El mítico Capitán Ginyu volvió en el cuerpo de Tagoma, uno de los soldados más fuertes de Freezer. Sonaba a revancha épica. Vegeta lo borró en segundos. Su regreso fue tan breve como irónico.

Recoome: mucho ruido, poca resistencia

Este miembro de las Fuerzas Ginyu se pavoneó, destrozó a los héroes secundarios y parecía invencible… hasta que llegó Goku. Un solo golpe y adiós al “tanque” del equipo.

King Cold: un legado desaprovechado

El padre de Freezer prometía ser una fuerza temible. Trunks del Futuro apareció, mostró su espada y en segundos despachó a Mecha-Freezer y King Cold sin despeinarse. Un combate soñado que nunca vimos.

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Conclusión: grandes diseños, finales fugaces

Estos villanos demostraron que en Dragon Ball las apariencias engañan. Algunos parecían los jefes finales del videojuego… y murieron antes de poder demostrar su verdadero poder. Quizá por eso seguimos recordándolos: porque su potencial fue tan grande como su decepción.

       

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