La idea de trabajar en alguna de las grandes compañías del ramo IT, como Apple, Google, Intel o Adobe, siempre había estado vinculada a una cierta mística glamorosa, pero la realidad es que en el terreno laboral se tenía bastante tiempo desarrollándose una terrible guerra sucia entre las cuatro empresas contra sus empleados. Lo que ahora ha dado como fruto que todas las mencionadas tengan que pagar $415 millones de dólares, por una demanda laboral colectiva que por fin ha sido ganada.
De acuerdo con un reporte publicado por CNET, las cuatro firmas han llegado al acuerdo de entregar la exorbitante cifra como compensación para finiquitar un pleito colectivo, que empezó hace cuatro años, con la acusación de 65.000 empleados y exempleados del ramo tecnológico, en donde señalaron que tanto Google, como Apple, Intel y Adobe, conspiraban con otras tantas del ramo para no contratar a sus trabajadores entre ellas, evitando así la fuga de talentos con su competencia, pero condicionando también las aspiraciones laborales (y de salario) de cada uno de sus empleados.
Durante este tiempo, el proceso jurídico habría generado cerca de 3.2 millones de documentos de legales, que comprueban el involucramiento de lo departamentos de recursos humanos y la alta dirección de todas las empresas demandadas, recabando algunas joyas como una discusión por correo electrónico entre Steve Jobs y Eric Schmidt, en donde el líder de Apple pide a su homólogo en Google que dejen de intentar reclutar a uno de sus ingenieros, lo que detonó una respuesta que se convertiría en pieza clave para el litigio:
La jueza de distrito Lucy Koch, en la localidad de San José, California, fue la encargada de hacer oficial el acuerdo extrajudicial, calificándolo como adecuado, en razón de los miles de involucrados y la magnitud del daño en este proceso, que en algún punto llegó a involucrar incluso a Lucasfilms y Pixar, mismos que cortaron de tajo el asunto, llegando a un acuerdo mucho menos costoso.
Las demandas entre esta clase de compañías casi siempre trata sobre el uso de tecnologías o patentes, pero siempre habían contado con una respetable reputación laboral, hasta ahora.
