Buena parte de las preocupaciones en torno al uso de redes sociales como Twitter y Facebook es que los usuarios no tienen el control real del tratamiento de sus datos. Por esto, Diaspora surgió en 2010 como una posible alternativa a Facebook. Para sus fundadores, que cedieron el control de la red a la comunidad en 2012, la idea de tener una red social descentralizada era posible.
A pesar de las potenciales ventajas que ofrece Diaspora contra su principal competidor, esta red no ha podido remontar la desventaja con respecto a los niveles de preferencia de los usuarios. Buena parte de ello se debe a la popularidad con la que ya contaba Facebook en el momento en que Diaspora surgió –y eso que no existía Internet.org–.
Sin embargo, algunos combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) se percataron que promover sus actividades en Diaspora podría resultar más efectivo para su causa que hacerlo en otros servicios. El blog de Diaspora anunció este hecho el pasado miércoles y advirtió que, a pesar de la naturaleza descentralizada de la red, estaba llevando a cabo acciones para eliminar este contenido de la red, debido a los problemas legales que podría implicar para los administradores de los pods –nodos– que lo alojaran:
Hoy, una nueva publicación en el mismo blog aclara que el mecanismo de reportes dirigidos hacia los administradores de los pods ha ofrecido buenos resultados desde su implementación. Si bien el tema de ISIS tiene implicaciones más serias, no debería diferenciarse de cualquier otro tipo de conducta inapropiada, ni necesitar de soluciones radicalmente diferentes.
Resulta positiva la respuesta de los desarrolladores de esta red social. La seriedad del tema y las consecuencias legales que puede acarrear el comportamiento de los combatientes islámicos pudo ocasionar una respuesta radical que rompiera con el modelo que caracteriza a Diaspora. Afortunadamente no fue así y la solución reside en la comunidad que la utiliza.
