Diablo III: Reaper of Souls ya está disponible en PS4 y Xbox One, en ambas consolas corriendo a resolución de 1080p. Esto no tendría nada de anormal, excepto por algunos detalles interesantes revelados por Blizzard: originalmente, en Xbox One el juego se mostraba a 900p y Microsoft lo consideró «inaceptable».
John Hight, productor del juego, explicó en Digital Foundry que en la consola de Microsoft el juego inicialmente corría a 1080p. Aquello después tuvo que ser modificado (a 900p) para poder mantener una tasa de cuadros estable y la demo a esa resolución fue la que se mostró en todas las ferias previas al lanzamiento del juego.
El análisis técnico de Digital Foundry, como siempre, es muy interesante y revela que ambas versiones del juego se ven prácticamente iguales, con la excepción de algunas caídas en el framerate cuando hay mucha acción en pantalla, algo menos común en la versión «original» a 900p.
Lo cierto es que aquella actualización de Microsoft donde se liberaron los recursos reservados para Kinect y así obtener algo de potencia extra parece dar resultados, al menos en el caso de Diablo III.
