Google anunció que va a comenzar a impedir que los usuarios de Windows descarguen e instalen extensiones para su navegador Chrome de cualquier otra fuente que no sea la de la compañía, el Chrome Web Store.
Los motivos de esta decisión según la empresa de Mountain View es que existen extensiones maliciosas fuera del Chrome Web Store que se aprovechan de la posibilidad de instalar manualmente extensiones adicionales y realizar cambios no autorizados, ya que son “la principal causa de reclamos por parte de los usuarios de Windows“.
Esto afectará a los canales estables y beta de Chrome para Windows, mientras que los canales de desarrollo y Google Canary quedarán fuera de esta modificación. Los cambios se comenzarán a implementar en 2014, tiempo suficiente para decidir si te cambias de navegador por si esta decisión es una molestia para tus hábitos de uso.
Link: Chromium Blog (vía The Verge)
