La NASA se enfrentaó a un contratiempo significativo después de que la Peregrine Mission One (PMI) lanzada el 8 de enero de 2024, con la ambición de llevar la nave robótica Peregrine a la superficie lunar, terminara abruptamente.
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La fecha prevista para el contacto lunar era el 23 de febrero, pero problemas técnicos surgieron pocas horas después del lanzamiento desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida.
Astrobotic Technology, la empresa privada detrás del módulo de aterrizaje Peregrine, anunció que la nave experimentó dificultades en la orientación de los paneles solares debido a una falla en el sistema de propulsión, causando pérdida crítica de combustible.
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A pesar de los esfuerzos, la misión tuvo que cambiar sus objetivos principales, enfocándose en lograr propósitos secundarios.
Sin embargo, la decepción se intensificó cuando la Peregrine se desintegró en la atmósfera terrestre sobre el Pacífico Sur, al este de Australia, alrededor de las 16:00 horas en Miami.
Astrobotic Technology perdió la comunicación con la nave, indicando que completó su reingreso controlado y se desintegró. La confirmación oficial está pendiente de entidades gubernamentales.
Este desenlace representa un golpe para Astrobotic y la NASA, especialmente considerando la reciente postergación de la misión Artemis III y el regreso humano a la Luna.
Se espera que ambas entidades compartan conclusiones detalladas en una conferencia de prensa conjunta el 19 de enero a las 13:00 horas en Miami.