Si alguna vez soñaste con meterle a tu laptop o consola un almacenamiento tan rápido como un M.2, pero en un formato casi de tarjeta SIM, despierta: China está a punto de servirlo en bandeja. Biwin, un fabricante de memorias con mucha cancha, presentó su Mini SSD de 15 x 17 x 1.4 mm, un invento diminuto que quiere juntar lo mejor de dos mundos: tamaño de microSD y velocidad de una SSD moderna.
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Qué es exactamente este Mini SSD
Biwin lo bautiza “Mini SSD”; otro proveedor lo llama “1517” por sus medidas. El punto es que es más pequeño que una moneda de centavo y apenas un poco más grande que una microSD.
Aun así, promete lectura secuencial de hasta 3.700 MB/s y escritura de 3.400 MB/s usando PCIe 4 x2. Hay planes de 512 GB, 1 TB y 2 TB, suficientes para tu biblioteca de juegos portátil o para un teléfono que quiera grabar video 8K sin despeinarse.
¿Y qué tan rápido es frente a lo que ya existe?
Para ubicarlo: una microSD Express de última hornada ronda un pico teórico de 985 MB/s. Este Mini SSD la supera con holgura, triplicando esa cifra. Una SD Express de tamaño completo podría igualarlo o arañar un poquito más en el papel, pero el Mini SSD ocupa prácticamente la mitad de espacio.
Ahora, si pones al Mini frente a un M.2 2230 o 2280, los M.2 siguen al tope del podio: con PCIe 4 x4 o 5 x4 escalan mucho más arriba. El mérito del Mini SSD no es ganar la carrera absoluta, sino meter velocidades de SSD “de verdad” en un formato de bolsillo.
La ranura funciona como la de una SIM
Nada de tornillos ni tapas: Biwin lo propone con bandeja expulsable por pin, igual que en un smartphone. Entra, hace clic, y listo. Esa decisión apunta a portátiles, tablets, cámaras e incluso teléfonos que quieran ofrecer almacenamiento extraíble de alta velocidad sin sacrificar sellado.
De hecho, el fabricante presume IP68 contra agua y polvo y resistencia a caídas de tres metros, algo que suena más a móvil rudo que a SSD tradicional.
¿Es un nuevo estándar o un formato propietario?
Aquí está la gran pregunta. Biwin lo muestra como si fuera “la próxima ranura universal”, pero todavía no está claro si hay un estándar abierto que otros fabricantes puedan adoptar sin fricción. Por ahora, el ecosistema depende de que las marcas integren su propia ranura 1517.
Es decir, pinta a formato semi-propietario en el corto plazo. Si pega y otros se suben, podría nacer un estándar de facto; si no, vivirá como una curiosidad muy capaz en unos pocos equipos.
Los primeros dispositivos en adoptarlo
Ya hay dos portátiles de juego made in China que se subieron a la ola. La GPD Win 5, esa portátil con chip Strix Halo y batería generosa, se mostró en ChinaJoy con la ranura para Mini SSD en pleno funcionamiento.
Y el OneXPlayer Super X de OneNetbook, un híbrido entre tablet y consola también con Strix Halo, anuncia una “ranura de tarjeta” dedicada para el mismo formato. Si la experiencia es buena —inserto, amplio, juego—, otras marcas no tardarán en curiosear.
Lo que aún no sabemos
Faltan tres datos que pueden definir su destino: precio, disponibilidad y compatibilidad. No hay listados oficiales, por lo que ignoramos cuánto costará por gigabyte frente a un M.2 2230 o a una microSD Express de alta gama.
Tampoco sabemos si habrá controladores y soporte amplio en Windows, Android y Linux sin malabares, ni qué tan fácil será migrar entre equipos sin formatear.
Por qué importa (y por qué emociona)
El Mini SSD no pretende reemplazar al M.2 en PCs de escritorio ni a las unidades tope de línea en estaciones de trabajo. Su encanto está en dispositivos compactos donde cada milímetro cuenta: laptops ultraligeras, consolas portátiles, cámaras profesionales, teléfonos orientados a creadores.
Si cumple lo que promete, podría abrir una categoría nueva: almacenamiento removible, sellado y muy veloz, sin los límites de una microSD y sin el volumen de un M.2.
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¿Una SSD con sabor a SIM y rendimiento de PCIe? China la tiene en el horno, y ya tiene dos clientes hambrientos. Si el resto del mercado compra la idea, podríamos estar frente a la próxima pieza modular que no sabías que querías en tu portátil… hasta que cambies de juego en segundos sin abrir ni un tornillo.