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China responde: Le pide a sus empresas no usar chips Nvidia tras disputas con Estados Unidos

Pekín desaconsejó a compañías estatales y privadas emplear chips Nvidia por “motivos de seguridad”.

Nvidia, un referente de la demanda de chips de IA, reavivó un repunte mundial en las acciones tecnológicas. | Foto: REUTERS
Nvidia, un referente de la demanda de chips de IA, reavivó un repunte mundial en las acciones tecnológicas. | Foto: REUTERS

Cuando parecía que el capítulo “chips y geopolítica” ya tenía suficientes giros, apareció otro. Según Bloomberg, autoridades chinas habrían pedido a empresas locales evitar los H20 de Nvidia en proyectos sensibles, especialmente los que tocan gobierno o seguridad nacional.

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El timing no es casual: la decisión se conoce tras la prórroga de 90 días que el presidente Donald Trump otorgó a la entrada en vigor de nuevos aranceles a China.

En medio, medios y cuentas oficiales en el país cuestionaron la fiabilidad de los chips estadounidenses e insinuaron la posibilidad de “puertas traseras”.


¿Qué se decidió y a quién alcanza?

En días recientes, firmas estatales y privadas en China recibieron notificaciones que desaconsejan el uso de H20 en cargas vinculadas a la administración pública o seguridad. La recomendación, cuentan fuentes del sector, también roza a los aceleradores de AMD para IA.

No es una prohibición formal en toda la línea, pero sí una señal política potente que empuja a priorizar alternativas “domésticas” en ámbitos estratégicos.

El origen de la sospecha: narrativa de seguridad y “backdoors”

La desconfianza no nació ayer. Mensajes desde organismos y medios estatales han pintado a los chips de Nvidia como potencialmente inseguros.

La cuenta Yuyan Tantian —asociada a la emisora estatal CCTV— dejó entrever este fin de semana que China podría dejar de comprar chips de la marca por eventuales puertas traseras que comprometerían su operación.

El remate fue un comentario en clave consumidor: “si un chip no es ecológico, ni avanzado, ni seguro, podemos optar por no comprarlo”.

H20: un chip “capado” por los controles de exportación

El H20 nació con una misión concreta: seguir vendiéndose en China sin violar los límites de exportación impuestos por Washington. Nvidia recortó capacidades y ancho de banda para encajar en la normativa, un equilibrio inestable que ahora se tensiona con dudas públicas sobre su fiabilidad.

El resultado es paradójico: un chip creado para cumplir reglas estadounidenses, cuestionado por China por… cumplir esas reglas.

Guerra comercial, dependencia mutua

Las restricciones tecnológicas se volvieron fichas de negociación entre las dos mayores economías del planeta.

Estados Unidos busca impedir que tecnologías críticas refuercen capacidades militares chinas; China, por su lado, acelera su plan de sustitución tecnológica en sectores clave antes de que termine la década.

Aun así, la interdependencia persiste: EE. UU. conserva el liderazgo en diseño y ecosistema de software; China aporta escala de mercado y manufactura. Cortar del todo no es una opción sencilla para ninguno.

¿Está lista la industria local para cubrir el hueco?

Los analistas son cautelosos. La oferta doméstica mejora rápido, pero aún puede quedar corta en versatilidad y madurez de software frente a cargas de trabajo específicas que exige la IA de última generación.

El comentario del estratega Homin Lee (Lombard Odier) va en esa línea: los chips locales progresan, sí, pero la transición completa no será instantánea. El riesgo es un bache de rendimiento en el corto plazo si la migración es apresurada.

Impacto para Nvidia, AMD… y para las empresas chinas

Para las estadounidenses, el golpe es doble: más barreras en un mercado enorme y más presión para rediseñar productos “a la carta”.

Para las compañías chinas, la señal política es clara: prioridad nacional a proveedores locales, incluso si eso implica convivir con herramientas menos flexibles mientras evoluciona el stack. En el medio, integradores y desarrolladores deberán revalidar frameworks, optimizaciones y cadenas de suministro.

Lo que viene

Habrá que observar si el guidance se convierte en política formal, si aparecen listas positivas de chips permitidos según sector, y cómo responde Nvidia con nuevos modelos adaptados.

También será clave el ritmo de maduración del ecosistema local de IA: compiladores, librerías, drivers y soporte para frameworks populares. En una carrera donde el tiempo es ventaja competitiva, cada trimestre cuenta.

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China mueve ficha, y el tablero de la IA global vuelve a reacomodarse. El consejo de evitar los H20 no solo es una nota técnica: es otra vuelta de tuerca en una disputa que mezcla seguridad, comercio y prestigio tecnológico.

Entre prórrogas arancelarias y sospechas cruzadas, el mensaje queda claro: la autosuficiencia ya no es un objetivo a largo plazo; es tarea para ayer.

       

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