Tesla no se detiene por permisos ni críticas: tras pilotar sus primeros robotaxis en Austin, la compañía de Elon Musk planea llevar su flota sin conductor a más mercados este mismo año. Con “Full Self-Driving” supervisado probándose en Europa y China, y nuevas innovaciones en camino, Musk promete que la mitad de los estadounidenses tendrá acceso a su servicio antes de que acabe el año.
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De Austin a todo el país
En la última conferencia de resultados, Musk anunció que las próximas paradas de los robotaxis no serán pequeños pilotos locales, sino ciudades enteras en Florida, Nevada, Arizona y California.
A pesar de que Tesla aún no dispone de todos los permisos en California, la compañía confía en escalar con rapidez gracias a su red de Superchargers y a las actualizaciones OTA que van mejorando la conducción autónoma.
Conducción autónoma completa… bajo supervisión
La estrella del proyecto es el sistema Full Self-Driving (FSD) supervisado, ya testeado en EE. UU., Europa y China.
A diferencia de rivales como Waymo, que operan sin supervisores, Tesla exige un conductor de seguridad en cada viaje, con un monitor en el asiento del pasajero y un interruptor de emergencia para garantizar máxima seguridad.
Musk insiste en que esta “paranoia” con la seguridad es necesaria para lanzar el servicio con garantías.
Infracciones y aprendizaje acelerado
Las primeras semanas en Austin no fueron perfectas: Tesla reportó frenadas fantasma, algunos cruces indebidos y maniobras fuera de norma. Sin embargo, Musk ve cada incidente como datos vitales para entrenar la IA, mejorando la toma de decisiones y reduciendo fallos menores.
Según él, la rápida recopilación de información supera con creces cualquier retraso regulatorio.
Optimus también toma asiento
Mientras los robotaxis ganan ciudades, Tesla no olvida su proyecto Optimus, el robot humanoide. Musk confirmó que una versión mejorada está en desarrollo, dejando caer que veríamos avances pronto.
La promesa: Optimus complementará a los vehículos autónomos, trabajando en fábricas, entregas y tareas domésticas, consolidando el dominio de la IA de Tesla más allá de la carretera.
Promesa de cobertura nacional
Con una de sus acostumbradas predicciones ambiciosas, Musk aseguró que el 50 % de la población de EE. UU. podría reservar un robotaxi Tesla antes de que acabe el año. Para lograrlo, Tesla combinará su red de carga rápida, la expansión de su flota y acuerdos locales con gobiernos municipales.
A pesar de la falta de permisos en algunos estados, la estrategia es clara: no esperar, sino iterar y ajustar en tiempo real.
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Entre regulaciones, mejoras constantes y un plan industrial que abarca desde las autopistas hasta el hogar, Tesla avanza sin freno. Musk da el paso de piloto visionario a comandante de flotas autónomas y legiones de robots, convencido de que el futuro del transporte (y de la mano de obra) será tan eléctrico como inteligente.