La llegada de la inteligencia artificial llegó como una especie de amenaza, para las actividades laborales que hacemos los humanos. Básicamente, esta tecnología puede (o podrá) hacer de todo si se la entrena y se la mejora con pequeños ajustes en el futuro inmediato. Un empresario multimillonario asegura que esto ocurrirá tarde o temprano con una única excepción.
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Marc Andreessen, reconocido nombre en el mundo corporativo de los Estados Unidos por su trabajo como inversor en capital de riesgo, asegura que la inteligencia artificial jamás podría seleccionar una serie de empresas para inyectar dinero pensando en el futuro.
Esa es justa la actividad con la que se describe al inversor en capital de riesgo, a lo que se dedica Marc Andreessen.
Los inversores de capital de riesgo ponen dinero (compran acciones) en una empresa para impulsar su actividad y si esta triunfa en el mercado recogen los dividendos. “Los grandes inversores de riesgo tienen un historial de éxito al conseguir, ya sabes, dos de cada diez, o algo así, de las grandes empresas de la década", explica Andreessen para hacer referencia a que no es una ciencia exacta, y que se pierde más de lo que se gana.
Al comparar el modo de ejecución de la inteligencia artificial, un sistema de números y algoritmos, Marc está seguro que esta tecnología jamás podría hacer su trabajo.
El ejecutivo dice que tiene unas habilidades que son “intangibles” y que por lo tanto una IA no lo podría interpretar.
“Gran parte del análisis psicológico se basa en preguntas como: ‘¿Quiénes son estas personas?’ ‘¿Cómo reaccionan bajo presión?’ ‘¿Cómo evitar que se desmoronen?’ ‘¿Cómo evitar que se vuelvan locos?’ ‘¿Cómo evitar que se vuelvan locos tú mismo?’. Ya sabes, la mitad del tiempo terminas siendo psicólogo", dijo el empresario.