En la era dorada de los computadores personales, cuando las pantallas de tubo de vidrio dominaban el mercado, surgió una herramienta imprescindible para proteger estos frágiles monitores: el protector de pantalla.
Estos salvadores de pantallas no solo brindaban entretenimiento visual cuando el PC estaba inactivo, sino que desempeñaban un papel crucial al prevenir daños permanentes en los monitores.
Como explica un informe de Infobae, en aquellos días de los noventa y comienzos del nuevo milenio, los monitores funcionaban con tecnología de tubo de rayos catódicos (CRT). Estos dispositivos requerían una emisión constante de rayos de electrones para iluminar la pantalla fosforescente y crear la imagen en el monitor. Sin embargo, si una imagen estática se mostraba durante mucho tiempo, podía dejar una marca permanente en la pantalla, conocida como “quemadura”.
Aquí es donde entra en escena el protector de pantalla. Estos programas animados evitaban que una sola imagen se mantuviera estática durante largos períodos. En lugar de eso, los salvapantallas mostraban una serie de imágenes en movimiento o patrones coloridos que se desplazaban por la pantalla.
Esta actividad constante prevenía que una sola imagen quedara “grabada” en el monitor y, por lo tanto, protegía el dispositivo de daños permanentes.
Protección y arte
No solo cumplían una función práctica, sino que los salvapantallas también se convirtieron en una forma de expresión artística para los usuarios de PC. La creatividad fluía a medida que surgían salvapantallas animados de todo tipo: desde relajantes acuarios virtuales hasta coloridas explosiones de fuegos artificiales.
Estos protectores de pantalla personalizados permitían a los usuarios personalizar su experiencia informática y añadir un toque de estilo a sus monitores. Sin embargo, con el avance de la tecnología y la adopción generalizada de pantallas de cristal líquido (LCD) y LED, los monitores modernos ya no corren el mismo riesgo de “quemaduras” que sus predecesores de tubo de rayos catódicos.
Como resultado, los salvapantallas animados han ido desapareciendo gradualmente del panorama actual de la informática. En su lugar, los salvapantallas estáticos, como imágenes fijas o relojes digitales, se han convertido en la norma. La función principal de estos salvapantallas modernos es más estética que funcional, ya que no se requiere una actividad constante para proteger los monitores actuales.