Hagamos un viaje en el tiempo. Estamos en los primeros días del año 2007. No existen los smartphones, las redes sociales están por explotar, tenemos más de una década con internet liberada para todo y el mundo aún experimenta lo que podría lograrse con esta red de información.
En ese panorama sucede que Microsoft tiene la idea de renovar su Sistema Operativo para dar nacimiento así a Windows Vista. Donde la ambición era llevarnos de lleno al siglo XXI.
En aquellos días el movimiento sonaba absolutamente sensato. Había muchas posibilidades en materia de software que ya habíamos podido vislumbrar con proyectos controvertidos como Napster o algunas iteraciones de Linux.
Así recibíamos el arribo el Windows Vista
De modo que la idea de la empresa de Bill Gates era lanzar una nueva plataforma que se convirtiera en la piedra angular al futuro de la firma. Incluso aquí en FayerWayer lo celebramos. Estas fueron las palabras exactas con las que Leo Prieto, fundador original de este sitio, describió el ánimo colectivo de bienvenida en el lanzamiento del sistema operativo:
“Dr.WinGates debe estar muy feliz. Hoy, 30 de Enero 2007, tras años de espera, atrasos y promesas incumplidas, finalmente sale oficialmente al mercado masivo la última versión del sistema operativo de Microsoft: Windows Vista.
Probablemente no lo compres, probablemente te confundas con todos los diferentes sabores de Vista, y probablemente tengas que cambiar tu computador para poder sacarle el jugo al nuevo Windows. Pero para los usuarios de Windows que tengan un PC que aguante Vista y se sientan valientes: Instalen.
Si lo que hemos visto y escuchado es cierto, Windows Vista será lo más cerca que Microsoft ha llegado en toda su historia a la simpleza de Mac OS X y poder de GNU/Linux.”
Ese era justo el ánimo al momento de su salida al mercado, pero bastarían pocos meses para percatarse de que estaba muy lejos de ser perfecto.
Windows Vista: crónica de un fracaso anunciado
Con Microsoft existe esta tradición que se instaló, como un bautizo de sangre, desde Windows Vista, en donde la compañía lanzaría su sistema operativo, plagado de bugs, fallos y detalles de optimización que se irían parchando sobre el camino.
Por lo menos hasta que decidieran matarlo por completo con alguna otra versión nueva del sistema operativo o hasta que alzara el vuelo, como sucedió con sus futuras sucesoras.

El caso con vista, por desgracia, fue el peor posible. Introdujo el concepto de downgrade, para que pudiéramos regresar a Windows XP, y los motivos sobraban.
Windows Vista era lento, tenía serios problemas de compatibilidad con hardware moderno y no tan viejo. Consumía una cantidad ridícula de recursos y memorias dejando nada de espacio para hacer cualquier actividad.
Cargar un procesador de texto era un suplicio y navegar por internet podía convertirse en una experiencia genuinamente lenta.
Si se corría el sistema sobre una laptop se contaba con una garantía de drenado de la energía en un tiempo mucho menor al habitual.
En general es el sistema operativo más lento, torpe y frustrante del que se tenga memoria. Un ejemplo de lo que no se debe hacer.

