Ya son adultos, pero en algún momento los hijos de Steve Jobs fueron pequeños que crecieron bajo la atenta mirada de su padre. Hubo una época en la que el confundador de Apple, aunque parezca increíble, prohibía que sus herederos accedieran a la tecnología.
Un reporte publicado en el sitio web de Applesfera cita a Nick Bilton, un redactor del New York Times que hace casi una década reveló que, mientras hablaba con el propio Jobs por teléfono le preguntó al CEO el uso que sus hijos que le daban a los iPads cuando acababan de salir en 2010: “No lo han usado”.
Jobs le confesó al periodista: “Limitamos la cantidad de tecnología que los niños podían usar en casa”. El genio de Apple no quería que los peligros de esta tecnología llegaran a sus hijos, como el bullying o el acceso al porno, de ahí este hábito de limitarles cualquier acceso a dispositivos para su salud mental.
“Hablamos de libros y de historia”
Curiosamente, se llegó a conocer que en las cenas de la casa de Steve Jobs se hablaba “de historia, de libros y de una variedad de temas”. Esto lo comprobó Walter Isaacson en una de las comidas en las que participó para escribir la biografía de Jobs, donde vio que sus hijos no sentían la necesidad de buscar pantallas.

Steve Jobs no era el único gran rostro de la industria de la tecnología que aplicaba este tipo de normas. El exdirectivo de Wired, Chris Anderson, confesó en el mismo artículo del New York Times que sus hijos le acusaban de “fascista” por ejercer los mismos límites.
Por su parte, el fundador de Blogger, Evan Williams, ante la llegada del iPad, les dio acceso a un montón de libros físicos a sus hijos para que pudieran leerlos cuando quisieran.
