Los problemas del Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View, California, no pasan por culminar un estudio, por reparar algún equipo o por hallar vida en el espacio. El caos que rodea el lugar es protagonizado por una bandada de pavos. Sí, pavos.
PUBLICIDAD
En un reporte, The Mercury News cuenta que al principio eran pocas de estas aves las que posaban el lugar, por lo que aún no generaban alarma entre los que recurren el sitio. Sin embargo, pasaron de ser unas pocos a casi dos docenas de pavos, causando desastre e incluso interrumpiendo los vuelos en el cercano Moffett Federal Field.
Si bien los científicos y el personal del centro de la NASA están acostumbrados a mantener la vista en el espacio, ya que contribuyen a las misiones espaciales de todo tipo, el problema terrestre ha demostrado ser difícil de resolver.
Los pavos salvajes han estado picoteando autos y ventanas, bloqueando el tráfico, dejando excrementos alrededor de edificios y equipos HVAC y representando una amenaza para las operaciones de aeronaves.
Las acciones a tomar
El problema ha llegado tan lejos que ha tenido que involucrarse el Departamento de Agircultura de Estados Unidos, para tratar de atrapar y reubicar a los pavos, algo que consideraron una “hazaña” y que es cada vez más difícil de realizar porque las personas que caminan por el lugar no dejan de darles comida, a pesar de la política de no alimentarlos.

Ken Paglia, vocero del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, habló al respecto: “Esta es una situación única. En general, los pavos salvajes no son algo que manejemos activamente. Si alguien tiene un pavo salvaje en su patio delantero, nuestro valor predeterminado no es tomarlo y reubicarlo en otro lugar”.
Lo más alarmante es que se acerca la temporada de anidación, y si la bandada no se retira pronto, entonces el centro de investigación tendrá que lidiar con los pavos bebés, y en consecuencia, aún más aves.
Antes de 2019, solo entre cinco y ocho pavos se dirigían hacia y desde Ames, pero su número comenzó a aumentar en 2019 y llegó a 20 a 25 pavos en 2020, según la portavoz de NASA Ames, Rachel Hoover.
“No sabemos con certeza de dónde vinieron inicialmente. Sospechamos que las hembras que vemos en el sitio ponen sus huevos cerca de Steven’s Creek y traen a sus crías a Ames”.
La misión de todos los involucrados en atrapar y reubicar a los pavos es llevarlos a la Reserva Ecológica del Valle de San Antonio, ubicada en el condado de Santa Clara, a unas 32 millas al este de San José.
“Una vez que los pavos superen los protocolos, los llevaremos a nuestra reserva ecológica y luego los liberaremos”, confirmó Paglia.