Con 55,87 por ciento de los votos, Gabriel Boric se impuso en la segunda vuelta de la elección presidencial en Chile sobre el candidato José Antonio Kast (44,13%), pero mucho antes de las 1:42 horas de que se llegara al 99,99% de las mesas escrutadas, el pueblo chileno ya conocía al triunfante. ¿La razón? La velocidad del Servel.
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El Servicio Electoral de Chile, apenas media hora después de que empezarán a cerrar las mesas de votación y los vocales iniciaran el conteo de votos, publicó el primer cómputo de la elección a las 18:30 del domingo 19 de diciembre. Y poco antes de las 19:00 horas, los expertos ya apuntaban a Boric como ganador con solo el 13,19% de las mesas escrutadas.
Cuando el cómputo del 29,94 por ciento de la elección fue publicado con el candidato de Apruebo Dignidad 54,12% sobre el 45,88 por ciento parcial de Kast a las 19:04, la ventaja se posicionaba como irreversible. El candidato del Frente Social Cristiano reconoció su derrota a las 19:17 horas.
A las 19:50, el Servel ya tenía el 92 por ciento de las mesas escrutadas.
¿Cómo en una hora y 17 minutos, tras el cierre de las meses, los chilenos se enteraron del ganador de la elección y en una votación con voto manual? Gracias a la velocidad del Servel, que demostró una vez más que no necesita de un voto electrónico para entregar resultados con rápidez.
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¿Cómo funciona el sistema del Servel?
Desde la amplia reforma que se hizo al sistema electoral y que dio inicio a la inscripción automática y el voto voluntario, el modelo cambió y se hizo digital. Un voto manual, pero con conteo digital.
Con el Servicio Electoral a cargo de los conteos, y la extensión del horario de funcionamiento de las mesas hasta las 18 horas desde el tradicional cierre previo a las 16:30, uno de los puntos que se modificó fue que ya no hay un vocero, sino que se van cargando los resultados directamente en el sitio del organismo preparado para estos efectos, y son las propias candidaturas las que terminan reconociendo al ganador cuando los márgenes son evidentes, que fue lo que exactamente ocurrió este 19 de diciembre.
En las mesas, los vocales hacen un recuento de los electores que votaron y mediante un conteo público y ante la presencia de los apoderados de mesa, se leen las preferencias de cada voto válido. Además, deben llenar tres ejemplares del Acta de Escrutinio para el calificador de elecciones, para el Servel y para el Colegio Escrutador, respectivamente.
Además, en esta elección presidencial, los votantes utilizaron una papeleta con solo dos opciones, lo que acelera el proceso del voto.
“Esta elección será más sencilla para el electorado, debido a que se le entregará solo una cédula donde tiene que marcar una de dos preferencias, o sea, con dos candidatos”, dijo en su momento el presidente del consejo directivo del Servicio Electoral, Andrés Tagle.
También hay que destacar que el Servel va informando los resultados de las mesas en la medida que les van llegando, con actualizaciones que usualmente se dan en torno al 5%, 10%, 20%, 35% y 50% de los votos durante la primera hora u hora y media de conteo. Generalmente, si la diferencia es de cinco o seis puntos a la altura del 20 por ciento del conteo, la tendencia es irreversible.
Elección 2021 confirma que Chile no necesita voto electrónico
Cientos de expertos han hablado a nivel mundial sobre las desventajas del voto electrónico. Por ejemplo, un grupo de investigadores del Massachussets Institute of Technology (MIT) recomienda que no se utilice, de ninguna forma.
Estos expertos en ciberseguridad del MIT están en contra de cualquier forma de votación que se base en blockchain. “El voto en línea en general es mucho más vulnerable a ser hackeado que el voto en persona o por correo”, afirmaron.
Según los investigadores, la naturaleza física de las papeletas las hace mucho menos susceptibles a ataques a gran escala. Sobre todo, si se compara con los comicios electrónicos: “La explotación de una sola vulnerabilidad podría afectar a todas las papeletas a la vez”.
Trasladando la idea a un ejemplo chileno, en 2019 se registró un nuevo traspié para la implementación del voto electrónico en el país, cuando la Municipalidad de Maipú se sumó a la consulta ciudadana de la Asociación Chilena de Municipalidades, en la cual se le pregunta a la gente de la comuna por sus preferencias en el próximo plebiscito constitucional, como también por algunas políticas de su propia comuna.
El problema fue que el sistema permitía participar con el RUT de cualquier persona y no solo con residentes de la comuna, quienes eran los que debían elegir sus preferencias.
La elección presidencial 2021 y la velocidad y desempeño del sistema del Servel para informar cómputo por cómputo demostró una vez más que Chile no necesita del voto electrónico para próximas votaciones.