A pesar de los rumores virales que lo daban por destruido, la comunidad científica confirma que el objeto interestelar 3I/ATLAS sigue intacto tras su paso por el Sol.
Su sorprendente estabilidad y su origen extragaláctico lo convierten en un mensajero único que obliga a la ciencia a reescribir los modelos sobre la composición y resistencia de los cometas.
Lee también: El video de 3I/ATLAS “girando” en el espacio enciende las alarmas alienígenas, pero la NASA lo desmiente
Desmintiendo el rumor viral: 3I/ATLAS sigue intacto
Durante los últimos días, las redes sociales se llenaron de especulaciones sobre la supuesta desintegración del cometa 3I/ATLAS, una versión que generó alarma y confusión.

La comunidad astronómica se vio obligada a intervenir para aclarar la situación:
- La Confusión de Nombres: La información circulada era falsa. Las imágenes que mostraban una fragmentación correspondían a un objeto diferente, el cometa K1/ATLAS, un cuerpo celeste proveniente de la Nube de Oort (nuestro sistema solar) que sí experimentó un proceso de ruptura natural cerca del Sol.
- La Estabilidad del 3I/ATLAS: En marcado contraste, el 3I/ATLAS se mantiene estable y sigue su trayectoria. La estabilidad del objeto es un misterio científico de primer orden, ya que los cometas, compuestos por hielo y polvo, suelen ser extremadamente frágiles y propensos a la desintegración ante el calor solar.

Un mensajero hiperbólico de otro sistema
La importancia científica de 3I/ATLAS radica en que es apenas el tercer objeto interestelar confirmado en nuestro sistema solar, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov.
Lee también: Nivel 4 de alerta: El visitante 3I/ATLAS cruza la línea de riesgo tecnológico en la nueva Escala de Loeb
Su órbita es hiperbólica, lo que significa que viaja a una velocidad demasiado alta para ser capturado por la gravedad del Sol. Esta trayectoria, proveniente de la dirección de la constelación de Sagitario, confirma que es un fragmento de otro sistema planetario, lo que lo convierte en un material virgen para el estudio.
Su inusual resistencia al calor solar sugiere que su composición interna debe ser radicalmente diferente a la de los cometas de nuestro vecindario. Es posible que contenga un tipo de hielo exótico o materiales más densos y refractarios que le confieren una cohesión estructural única, lo que le permite mantener su núcleo compacto.
La controversia de la Trayectoria Improbable
La estabilidad no es la única anomalía. El artículo refuerza el debate que inició el físico Avi Loeb sobre su trayectoria.
Loeb señala que la probabilidad de que un objeto interestelar llegue con la precisión exacta para pasar por el Radio de Hill de Júpiter (el borde de la esfera gravitacional del planeta) en marzo de 2026 es de solo 1 entre 26.000.

Mientras que la NASA mantiene que la aceleración anómala del cometa se debe a los jets de gas por sublimación (un comportamiento natural), Loeb sostiene que la magnitud de dicha aceleración es sospechosa y se alinea con lo que requeriría una maniobra artificial, una hipótesis que la resistencia del cometa a desintegrarse no hace más que alimentar.

