Documentos internos de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) de la ONU confirman que el cometa interestelar 3I/ATLAS es el objetivo del 8vo ejercicio de observación global.
Aunque el objeto no representa una amenaza de colisión, la maniobra se usa para probar la capacidad de NASA y ESA para rastrear y medir objetos anómalos, elevando la discusión a nivel de seguridad internacional.
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El documento de la ONU que confirma el ejercicio
El debate sobre la naturaleza de 3I/ATLAS ha ido más allá de la mera especulación científica. Documentos oficiales de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), a través de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), han confirmado que el cometa es el centro de un ejercicio global de Defensa Planetaria.
El comunicado de IAWN establece explícitamente:
“Aunque no representa ninguna amenaza, el cometa 3I/ATLAS presenta una gran oportunidad para que la comunidad IAWN realice un ejercicio de observación debido a su prolongada observabilidad desde la Tierra y el gran interés de la comunidad científica.”
La campaña sobre 3I/ATLAS es el 8vo ejercicio de IAWN desde 2017 y tiene como meta mejorar las capacidades para medir la posición de cometas (astrometría). Los cometas son blancos complejos porque aparecen como objetos borrosos y extendidos, a diferencia de los asteroides puntuales.
La ventana de observación oficial de IAWN comenzó en noviembre de 2025 y se extenderá hasta enero de 2026.
Coordinación global y seguridad
La participación de 3I/ATLAS en este ejercicio lo coloca formalmente dentro de la estructura de preparación global ante impactos cósmicos, coordinada por la ONU, el IAWN y el Grupo Consultivo de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG).
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Si bien IAWN reitera que 3I/ATLAS no es una amenaza (su máxima aproximación a la Tierra es a 270 millones de kilómetros), su uso como blanco de un ejercicio de defensa planetaria tiene implicaciones serias:
- Mejora de Protocolos: El ejercicio permite a las principales agencias espaciales (como NASA y ESA) probar sus métodos de seguimiento, coordinación científica y preparación ante escenarios de mayor incertidumbre sobre el origen de un objeto.
- Dificultad de Rastreo: El objeto presenta desafíos únicos para el rastreo de precisión debido a sus características morfológicas anómalas (la coma y la anti-cola), lo que dificulta calcular el centro exacto de su trayectoria.
El hecho de que un cometa interestelar y anómalo sea elegido para este ejercicio, en un momento de máximo interés público, subraya la seriedad con que las agencias abordan su estudio.