Nuevas imágenes de alta resolución de 3I/ATLAS revelan anomalías que desafían los modelos estándar de física cometaria.
El objeto muestra una persistente “anti-cola” que apunta hacia el Sol y, paradójicamente, una ausencia casi total de la cola de polvo que debería haber generado tras pasar su punto más cercano a la estrella.
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Un objeto que viola la física cometaria
El objeto interestelar 3I/ATLAS continúa desconcertando a la comunidad científica con su comportamiento y su forma. Nuevas observaciones realizadas el 22 de noviembre de 2025 por astrónomos (como Efraín Morales Rivera en Puerto Rico) han expuesto características morfológicas nunca antes documentadas en un objeto celeste.

La principal anomalía visual reside en la estructura de sus emisiones, la cual desafía la predicción estándar de lo que le sucede a un cometa al acercarse al Sol (perihelio).
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El objeto ha mantenido una “anti-cola” o jet de material proyectándose en la dirección de su movimiento y hacia el Sol, en lugar de alejarse de él por la presión de la radiación solar. Esta estructura persiste desde julio, mucho antes del perihelio, y no se explica fácilmente por la sublimación de hielo tradicional.
El gran misterio es lo que no se ve. Según los datos de aceleración no gravitacional de la NASA, 3I/ATLAS perdió una cantidad significativa de masa al pasar cerca del Sol. La física predice que esta pérdida debería haber generado una cola masiva y visible de gas y polvo de cientos de miles de kilómetros, impulsada por el viento solar. Sin embargo, las imágenes muestran un núcleo compacto y redondo sin esta cola esperada.

Jets bilaterales y composición única
Las observaciones mejoradas muestran otros elementos que no encajan en el modelo tradicional de cometas de nuestro sistema solar:
- Los gases, que muestran una coloración verde (indicando carbono diatómico, producto de la descomposición de compuestos orgánicos), se distribuyen de manera asimétrica a ambos lados del núcleo. Esta morfología sugiere una emisión altamente direccional desde puntos específicos de la superficie, en lugar de una sublimación uniforme por el calentamiento solar.
- Composición Química Anómala: Análisis espectroscópicos previos, como los realizados por el Telescopio Espacial James Webb, ya habían señalado proporciones inusuales, como un ratio de níquel a cianuro mucho más alto que en cualquier cometa natural conocido.
- La Forma del Núcleo: A la resolución actual, el núcleo de 3I/ATLAS parece ser esférico y compacto, diferente de las formas irregulares de “patata” que suelen presentar los núcleos de los cometas.

Implicaciones para la tecnología (Technosignature)
Aunque la comunidad astronómica sigue debatiendo si estas anomalías son producto de una composición de hielo exótico (diferente a la de los cometas de nuestro sistema solar), la morfología ha avivado la hipótesis tecnológica.
El astrónomo de Harvard, Avi Loeb, ha señalado que un jet hacia el Sol como el observado podría, en teoría, funcionar como un escudo protector electrodinámico para desviar desechos de su trayectoria de vuelo.

La NASA ha confirmado que 3I/ATLAS no representa una amenaza de colisión para la Tierra. No obstante, su comportamiento inusual fuerza a los científicos a cuestionar y expandir los modelos fundamentales de lo que es posible en los objetos que viajan entre las estrellas.
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