El físico teórico de Harvard, Abraham alias “Avi” Loeb, ha generado controversia en la comunidad científica al plantear la teoría de que el cometa interestelar 3I/ATLAS, que actualmente está pasando por el sistema solar, podría ser una nave nodriza extraterrestre de una civilización avanzada. Loeb, quien fue director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard entre 2011 y 2020 y actualmente dirige el Proyecto Galileo, sostiene que su teoría está fundamentada en ocho “cualidades sorprendentes” del objeto.
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Loeb ha estudiado el cometa 3I/ATLAS desde su descubrimiento en julio de 2025. Según el científico, estas ocho características inusuales otorgan al cometa una clasificación de 4 de 10 en su escala personal, donde 0 es un objeto definitivamente natural y 10 es un objeto definitivamente artificial.
Si bien el astrónomo reconoce que la probabilidad de que sus hipótesis sean correctas es extremadamente baja (una parte entre diez cuatrillones), ha insistido en la importancia de explorar estas posibilidades.
Las 8 razones de Loeb
A continuación, se presentan las ocho razones de Avi Loeb para su hipótesis:
1.- Alineación de Trayectoria: Su trayectoria está alineada a 5 grados con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol, con una probabilidad de que esto ocurra del 0,2%. Loeb sugiere que esta inclinación le permitiría acceder a nuestro planeta con “relativa impunidad”.
2.- Chorro hacia el Sol: Durante julio y agosto de 2025, el cometa mostró un chorro en dirección al Sol, una característica inusual que, según el científico, no es una ilusión óptica.
3.- Núcleo Masivo y Rápido: Su núcleo es considerablemente más masivo que los otros dos únicos objetos interestelares detectados hasta la fecha. Además, es el más rápido de los tres.
4.- Invisibilidad Solar: Cuando el objeto pase cerca del Sol, será imposible observarlo desde la Tierra.
5.- Composición de Níquel: La columna de gas que desprende contiene significativamente más níquel que hierro, y una relación níquel-cianuro que es de mayor magnitud que la de todos los cometas conocidos.
6.- Bajo Contenido de Agua: Según las detecciones realizadas por el telescopio James Webb, su columna de gas contiene solo un 4% de agua en masa, un componente que es principal en todos los cometas conocidos.
7.- Polarización Negativa Extrema: Mostró una polarización negativa extrema, sin precedentes para todos los cometas conocidos. La polarización mide cómo la luz solar se dispersa al reflejarse en el polvo y gas que lo rodean.
8.- Origen Coincidente: Avi Loeb encontró un 0,6% de probabilidades de que 3I/ATLAS provenga de una dirección que coincide con la fuente de la famosa señal de radio “¡Wow!”.
¿Por qué 3i/Atlas ha cobrado tanta importancia?
El objeto 3I/ATLAS es de una importancia crítica para la astronomía porque es solo el tercer objeto interestelar confirmado que se ha observado cruzando nuestro Sistema Solar, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Su procedencia de fuera de nuestro vecindario estelar ofrece a los científicos una “conexión única y tangible con la galaxia en su conjunto”, permitiendo estudiar materiales que se formaron en entornos completamente diferentes al nuestro.
Específicamente, el análisis de su composición química y física puede proporcionar pistas esenciales sobre la formación de cometas y planetas alrededor de otras estrellas, ayudando a determinar si la “receta” para formar estos cuerpos es similar en toda la Vía Láctea.
La relevancia de 3I/ATLAS se amplifica debido a sus características anómalas que desafían los modelos convencionales de los cometas del Sistema Solar. Entre sus propiedades más notables se encuentra su velocidad, estimada en hasta 210,000 km, que es la más alta registrada para un visitante de origen interestelar.
Además, las observaciones realizadas por instrumentos como el Telescopio Espacial Hubble y el James Webb han revelado peculiaridades en su composición, como un bajo contenido de agua en su coma o una inusual relación de níquel y hierro, así como fenómenos como una polarización negativa extrema. Estas rarezas han intensificado el debate científico, llevando a investigadores como Avi Loeb a explorar, aunque sea con baja probabilidad, la hipótesis de un origen tecnológico, lo que mantiene el objeto bajo intensa vigilancia y lo convierte en un laboratorio natural único.