El cometa 3I/ATLAS ha acaparado titulares por su velocidad récord y las especulaciones sobre su posible origen artificial, pero su distinción más crucial para la ciencia radica en ser el tercer objeto interestelar confirmado que ha pasado por nuestro Sistema Solar.
La etiqueta 3I lo clasifica oficialmente como tal, donde la “I” significa Interestelar. Esto implica que el objeto no se formó en nuestro vecindario cósmico, sino en las proximidades de otra estrella de nuestra galaxia, la Vía Láctea, antes de ser expulsado por interacciones gravitacionales.
La diferencia clave: Interestelar vs. Intergaláctico
Es fundamental distinguir entre los términos para entender la procedencia del cometa:
- Interestelar: Un objeto que viaja entre las estrellas dentro de nuestra galaxia (la Vía Láctea). Esta es la categoría correcta para 3I/ATLAS, al igual que para sus predecesores, ‘Oumuamua y 2I/Borisov.
- Intergaláctico: Un objeto que viaja entre diferentes galaxias (por ejemplo, desde Andrómeda hacia la Vía Láctea). Un objeto de esta naturaleza sería excepcionalmente raro y su estudio plantearía desafíos logísticos y científicos mucho mayores.
| Término | Significado | Origen de 3I/ATLAS |
|---|---|---|
| Interestelar | Significa que el objeto se mueve entre las estrellas dentro de nuestra propia galaxia (la Vía Láctea). | Correcto. 3I/ATLAS se originó en otro sistema estelar de la Vía Láctea antes de ser expulsado. |
| Intergaláctico | Significa que el objeto se mueve entre diferentes galaxias (por ejemplo, viajando de la Vía Láctea a Andrómeda). | Incorrecto. Su procedencia es dentro de nuestra galaxia, no de otra. |
¿Por qué el 3I/ATLAS es un hito científico?
Ser el tercero en esta lista tan corta —después del misterioso ‘Oumuamua y el cometa 2I/Borisov— transforma al 3I/ATLAS en una pieza clave para la astronomía:
- Cápsula de Química Extranjera: Estos objetos son reliquias químicas y geológicas. Al estudiarlos (como la inusual abundancia de dióxido de carbono en 3I/ATLAS), los científicos obtienen una muestra directa y sin precedentes de cómo se forman los cometas y, potencialmente, los planetas en otros sistemas estelares de la galaxia.
- Validación de Modelos: Su detección valida modelos teóricos que predicen que miles de millones de estos cuerpos son expulsados de sus sistemas natales y viajan en soledad por el espacio interestelar.
- Objetivo de Futuras Misiones: El estudio de estos viajeros ha generado tanto interés que agencias como la ESA ya planean misiones de intercepción (Comet Interceptor) diseñadas para alcanzar y estudiar in situ a futuros objetos interestelares, antes de que su trayectoria los lleve de vuelta al espacio profundo.
En resumen, aunque el 3I/ATLAS no ha viajado entre galaxias, su viaje de miles de millones de años luz desde otro sistema estelar hasta el nuestro lo convierte en un mensajero cósmico con información invaluable.
De ser tecnología, su origen está en un planeta de la Vía Láctea
Si se llegara a confirmar la hipótesis especulativa, defendida por figuras como Avi Loeb, de que el 3I/ATLAS es un artefacto tecnológico (una sonda o nave), esta tecnología provendría necesariamente de un planeta o sistema estelar dentro de la Vía Láctea. La clasificación del objeto como interestelar confirma su movimiento entre estrellas de nuestra galaxia, lo que descarta el escenario de que la supuesta sonda haya viajado a través del vacío intergaláctico desde una galaxia lejana, como Andrómeda.
Esta limitación galáctica no resta intriga, sino que la enfoca. El origen del 3I/ATLAS se situaría, con alta probabilidad, en el disco grueso de la Vía Láctea, una región donde residen estrellas y planetas mucho más antiguos que nuestro propio Sistema Solar. Esto abre la posibilidad de que la tecnología, de ser real, pertenezca a una civilización que ha tenido miles de millones de años más para evolucionar que la humanidad, lo que explicaría su diseño “camuflado” como cometa o su increíble velocidad récord.