El pasado 8 de marzo de 2024, un trozo de basura espacial chocó contra el techo de la casa de Alejandro Otero en Naples, Florida. Su hijo, Daniel Otero, se encontraba en casa en ese momento, pero afortunadamente no resultó herido. Sin embargo, ahora la familia está demandando a la NASA.
PUBLICIDAD
Y es que se trató de una batería desechada de la Estación Espacial Internacional (EEI). La basura espacial, que pesaba alrededor de 0,73 kg, era un soporte utilizado para montar baterías viejas en la EEI. La NASA había planeado que la plataforma se quemara al reingresar a la atmósfera terrestre, pero algo salió mal y terminó golpeando la casa de los Otero.
Una compensación
La familia Otero ahora está demandando a la NASA por negligencia y daños y perjuicios. Argumentan que la agencia espacial debería haber hecho más para evitar que la basura espacial cayera a la Tierra y que el incidente podría haber tenido consecuencias mucho más graves.
La abogada de la familia Otero, Mica Nguyen Worthy, afirma que el caso presenta una oportunidad para que la NASA establezca un precedente sobre cómo se debe manejar la basura espacial. Worthy argumenta que Estados Unidos tiene la obligación de compensar a los ciudadanos que resulten dañados por desechos espaciales, incluso si el incidente no fue causado por negligencia directa.
La NASA tiene seis meses para responder a la demanda. La agencia aún no ha comentado sobre el caso.
Este incidente pone de relieve el creciente problema de la basura espacial. Hay miles de piezas de desechos orbitando la Tierra, y la cantidad solo está aumentando. Estos desechos pueden representar un peligro para las naves espaciales y los astronautas, e incluso pueden caer a la Tierra y causar daños o lesiones.
Es importante que las agencias espaciales y los gobiernos trabajen juntos para desarrollar soluciones para el problema de la basura espacial. Se necesitan medidas para reducir la cantidad de desechos que se producen en órbita y para eliminar de manera segura los desechos existentes.
El caso de la familia Otero podría tener un impacto significativo en el futuro de la exploración espacial. Si la NASA se ve obligada a pagar una compensación, podría enviar un mensaje a otras agencias espaciales y empresas privadas de que deben tomar medidas para garantizar que sus actividades espaciales sean seguras y sostenibles.
