Espacio

Reptiles, mamíferos y peces: Las nebulosas de ‘animales’ más fantásticas del cosmos

Existen tantos tipos que podríamos abrir un zoológico cósmico.

Nebulosa del Pez Koi y Nebulosa del Cangrejo | NASA | Composición
Nebulosa del Pez Koi y Nebulosa del Cangrejo | NASA | Composición

¿Te has preguntando qué son las nebulosas? Una nebulosa es una enorme nube de gas y polvo en el espacio, considerada como una de las estructuras más impresionantes del universo. Estas nubes son fundamentales en los procesos de formación estelar, ya que los gases (principalmente hidrógeno, helio y otros elementos ionizados), y el polvo, pueden condensarse bajo la fuerza de la gravedad para formar nuevas estrellas.

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Las nebulosas suelen ser visibles debido a que el gas que contienen se ilumina por la radiación de las estrellas cercanas o por estrellas recién formadas dentro de la propia nebulosa. Y existen varios tipos, incluyendo las nebulosas de emisión, que brillan por su propia luz; las nebulosas de reflexión, que reflejan la luz de estrellas próximas; las nebulosas oscuras, que bloquean la luz tras ella; y las nebulosas planetarias, formadas por la expulsión de material de estrellas moribundas. Cada tipo de nebulosa es fantástica por sí misma. Y en muchos casos, sus luces y colores se asemejan a objetos o especies terrestres, siendo bautizadas de maneras muy curiosas.

Imagen de la Nebulosa “Horsehead” tomada por el telescopio espacial Euclid de la Agencia Espacial Europea. Foto cortesía de la Agencia Espacial Europea, 7 de noviembre de 2023. (Agencia Espacial Europea via AP) AP (AP)

¿Por qué existen nebulosas con nombre de animal?

Las nebulosas con formas de animales son una de las grandes maravillas del universo. Recientemente, el telescopio de sondeo VLT (VST) del Observatorio Paranal de ESO en el desierto chileno de Atacama capturó una imagen de a nebulosa Gum 3, que sorprendentemente se asemeja a un pez Koi. Situada entre las constelaciones de Monoceros y Canis Major, esta nebulosa de gas y polvo, ubicada a unos 3600 años luz de la Tierra, es un ejemplo de cómo las formaciones del cosmos pueden evocar imágenes terrestres.

Nebulosa del Pez Koi | ESO/VPHAS+ team. Ack.: CASU
Nebulosa del Pez Koi | ESO/VPHAS+ team. Ack.: CASU This Picture of the Week shows the brightly coloured Gum 3 nebula as seen with the VLT Survey Telescope (VST), hosted at ESO’s Paranal Observatory in the Chilean Atacama Desert. Attentive viewers may find that part of Gum 3 resembles a Koi fish in this VST image. Equipped with the OmegaCAM instrument, an enormous 268-megapixel camera, the telescope is designed to survey large areas of the southern sky in visible light and take stunning images like this one. Gum 3 is an interstellar cloud of gas and dust located about 3600 light-years away, between the Monoceros and Canis Major constellations. It is named after Colin Stanley Gum, an Australian astronomer who catalogued 84 nebulae in the southern sky.  When the intense ultraviolet radiation from nearby young stars hits hydrogen atoms in the cloud, they emit visible light at very specific colours, which we see as shades of red and pink in the image. At the same time, tiny particles of dust within the cloud reflect starlight, especially blue colours, similar to what makes the sky look blue here on Earth. This play of colours makes nebulae like this spectacular to look at. This image shows not only colour, but also the lack of it. Look closely at the area just right of the brightest part of the cloud  — right of the pink “Koi-smic fish”. Does anything look odd to you? It’s not that there really are fewer stars in this dark area; instead, there is a big clump of dust that blocks part of the visible light, hiding the stars from VST and us. Link Explore this nebula in more detail in this video. (ESO/VPHAS+ team. Ack.: CASU)

Pero el fenómeno de identificar formas familiares en las nebulosas y galaxias no es nuevo. La tradición de nombrar estas formaciones estelares como animales se basa en la tendencia humana de buscar patrones reconocibles en lo desconocido, desde la nebulosa del Calamar Gigante hasta las curiosamente denominadas galaxias de Los Ratones.

Nebulosa del Calamar Gigante
Nebulosa del Calamar Gigante

Y es que el uso de nombres de animales para formaciones cósmicas como nebulosas o galaxias es un proceso informal que ha ganado gran aceptación por su popularidad más que por un estándar oficializado por organizaciones como la Unión Astronómica Internacional (UAI). Así, estos nombres nacen del consenso y la cultura popular más que de un proceso formal.

Las nebulosas más fantásticas

La primera nebulosa en ser ampliamente reconocida fue la Nebulosa del Cangrejo, descubierta en 1054, y originada por una supernova. ¿Su nombre? Se lo debe a su apariencia desigual que recuerda a un cangrejo.

Nebulosa del cangrejo
Nebulosa del cangrejo (Nasa)

Por su parte, la Nebulosa del Pollo Corredor o Nebulosa del Pollo que Huye (IC 2944), es una de las menos conocidas, pero no por eso menos fascinante. Está ubicada en la constelación de Centauro, y es una nebulosa de emisión que está a unos 6.500 años luz de la Tierra.

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Su particularidad se debe a sus “glóbulos de Thackeray”, que son densas nubes de gas y polvo que aparecen como manchas oscuras contra el fondo más brillante de la nebulosa, y por su forma dan la impresión de que algo está ‘corriendo’ a través del cosmos.

Nebulosa Pollo Corredor. Foto cortesía de ESO
Nebulosa Pollo Corredor. Foto cortesía de ESO

En contraste, la Nebulosa del Ojo de Gato (NGC 6543) es una de las nebulosas planetarias más conocidas y estudiadas en el universo. Se sitúa en la constelación del Dragón, a unos 3.300 años luz de la Tierra, y es una nebulosa famosa por su compleja estructura interna y su apariencia que recuerda a un iris brillante y colorido.

Una comparación lado a lado del modelo tridimensional de la Nebulosa Ojo de Gato creada por Clairmont y la Nebulosa Ojo de Gato fotografiada por el Telescopio Espacial Hubble. RYAN CLAIRMONT /NASA, ESA, HEIC, (Sebastian Carrasco/Europa Press)

En tanto, la Nebulosa de la Tarántula, también conocida como 30 Doradus, es una de las regiones de formación estelar más impresionantes y activas del universo local. Ubicada a unos 160.000 años luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes, esta nebulosa es particularmente notable por su tamaño, siendo visible incluso a simple vista desde la Tierra en condiciones ideales.

Nebulosa de la Tarántula
Nebulosa de la Tarántula

Otra nebulosa fantástica es la de la mariposa, conocida científicamente como NGC 6302 y ubicada a más de 3.800 años luz de distancia en la constelación de Escorpio, esta nebulosa se destaca por su estructura única en forma de alas de mariposa.

Su apariencia se debe a los gases extremadamente calientes que emite, los que alcanzan temperaturas cercanas a los 20.000 grados Celsius. ¿Su origen? El resultado de la muerte de una estrella similar al sol, que al agotar su combustible, expulsó sus capas exteriores al espacio.

Nebulosa de la Mariposa, captada por el Telescopio Hubble y el Observatorio Chandra de la NASA

Finalmente, quisimos destacar la Nebulosa Cabeza de Delfín, debido a su sorprendente parecido con la realidad. Dicha formación, conocida oficialmente como Sh2-308, es una nebulosa de emisión situada a unos 5.200 años luz de la Tierra, en la constelación de Can Mayor. Fascinante, ¿no?

Nebulosa Cabeza de Delfín por Yovin Yahathugoda

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