La NASA tendrá muchos de sus esfuerzos enfocados en las misiones Artemis para volver a llevar al hombre a la Luna. Pero hay otro proyecto que también ha resultado de tremenda relevancia para esta agencia espacial: Europa Clipper. Una misión de exploración no tripulada hasta Júpiter que nos llevará a comprender mejor sus lunas y a este planeta peculiar.
Pero primero, antes de dimensionar la trascendencia de todo, es necesaria una breve clase de astronomía. En las profundidades del Sistema Solar, más allá del cinturón de asteroides y orbitando alrededor del gigante gaseoso Júpiter, se encuentra una luna llamada Europa.

Bajo su corteza helada, se esconde un océano de agua líquida, y justo por estos factores es que muchos científicos lo consideran como uno de los lugares más prometedores para la vida extraterrestre en nuestra cercanía relativa.
Es por esta razón que la NASA está desarrollando la misión Europa Clipper, una nave espacial que se lanzará en 2024 y llegará a Júpiter en 2030 con el objetivo de estudiar esta luna helada en detalle.
Europa Clipper: la vida en Júpiter en su forma más básica
La misión que hoy estudiamos no es la primera en explorar esta luna. La sonda Galileo de la NASA, que orbitó Júpiter entre 1995 y 2005, proporcionó las primeras pruebas sólidas de la existencia del océano debajo de la superficie de Europa. Sin embargo, la tecnología de Galileo era limitada y no podía responder preguntas fundamentales sobre la habitabilidad de Europa.
Así que ahora la NASA se ha preparado con todo armando la Europa Clipper, una sonda espacial mucho más avanzada que Galileo que estará equipada con instrumentos científicos de última generación que le permitirán estudiar la composición del océano de Europa, buscar signos de actividad geológica y química, y analizar la composición de la superficie helada.
La nave espacial incluso también realizará un estudio detallado de la delgada atmósfera de Europa y de la magnetosfera de Júpiter, que afecta el entorno de la luna. Pero en sí lo más raro, como ya lo abordamos en un artículo previo, es todo el asunto de su mensaje universal para otras culturas, enfocado en el agua:
Una odisea compleja con Europa Clipper
El viaje de la sonda a Europa no será sencillo. La nave espacial tendrá que recorrer una distancia de más de 800 millones de kilómetros y soportar el intenso ambiente de radiación de Júpiter. Una vez en órbita alrededor, Europa Clipper realizará una serie de sobrevuelos cercanos a la luna en cuestión, acercándose hasta 25 kilómetros de la superficie. Durante estos sobrevuelos, los instrumentos de la nave espacial recopilarán datos sobre la luna helada que nunca antes se han obtenido.
Los datos que Europa Clipper recopile serán analizados por científicos de todo el mundo en busca de pistas sobre la habitabilidad de Europa y es aquí donde yace el punto crucial de todo el viaje.
Si se encuentran biofirmas, como moléculas orgánicas o incluso organismos simples, sería un descubrimiento monumental que cambiaría nuestra comprensión de la vida en el universo.
Al final Europa Clipper es nuestra mayor apuesta por encontrar vida “extraterrestre” cercana. Pero falta mucho para que llegue ese potencial momento.

