Desde hace dos meses que un extraño video de un gato está rondando el internet. En la secuencia, se puede ver a un felino ‘atrigrado’ color naranja, el cual pasa de estar quieto a jugar con un láser rojo en una grabación que no dura más de algunos segundos. Aquella imagen termina con el logo de la NASA, entidad que celebró este logro como ningún otro.
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Y es que se trató de una demostración inédita por parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio. El gato se llamaba Taters, y fue grabado a más de 30 millones de kilómetros de distancia para estrenar una nueva tecnología de comunicaciones ópticas en el espacio profundo (DSOC).
Para explicarlo rápidamente, la DSOC posee un potencial de mejora de 10 a 100 veces en el rendimiento de las comunicaciones, por lo que se postula como una solución clave para superar las barreras en las transmisiones de datos espaciales de larga distancia.
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¿Por qué la NASA grabó a un gato?
Así, en término simples, este logro sirvió para destacar la capacidad de enviar datos a velocidades sorprendentes por parte de la agencia espacial, junto con marcar un importante paso adelante en la exploración y las comunicaciones.
La transmisión de este video en 4K se efectuó desde la sonda Psyche hacia la Tierra, con Taters como protagonista. ¿El resultado? Se demostró concretamente la eficacia de la DSOC frente a las tecnologías de radiofrecuencia tradicionales.
Como bien imaginarán, el entorno del espacio profundo suele ser desafiante. Señales que deben atravesar inmensas distancias, susceptibles a interferencias o a radiación cósmica, son parte del día a día de los astronautas. Por ello la importancia de este avance.
Ahora, gracias a la tecnología láser de la DSOC, los radiocontroladores podrán aumentar la velocidad de transmisión de datos y mejorar la calidad de las imágenes y/o videos que se envíen o que reciban del espacio.
Y si bien Taters - cuyo dueño es un trabajador del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA - sólo se divirtió grabando este cómico video institucional, lo cierto es que pasará a la historia como un muy buen ayudante para la realización de estas pruebas.
A estas alturas Taters logró convertirse en un emblema de los futuros métodos de comunicación espacial, y será recordado por prestar ayuda cuando fue necesario: Ahora sabemos que es viable realizar videollamadas con baja latencia desde planetas distantes como Marte.
Ese conocimiento es invaluable, ya que potencialmente podría cambiar para siempre la forma en que se llevan a cabo las misiones espaciales y la interacción con robots o astronautas en el espacio.
