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En imágenes: Científicos captan la erupción de la llamarada solar más potente de este ciclo de la estrella masiva

Las eyecciones de energía del Sol se aprecian saliendo de la estrella masiva.

Mancha solar con serpentinas de gas (plasma) súper caliente cargado eléctricamente desde la superficie del Sol
Mancha solar con serpentinas de gas (plasma) súper caliente cargado eléctricamente desde la superficie del Sol NASA

Una llamarada solar de magnitud X3.3, la más intensa desde abril de 2023, golpeó la Tierra el 9 de febrero, causando interrupciones en las comunicaciones por radio de alta frecuencia en América del Sur, África y el Atlántico Sur. La llamarada también provocó auroras boreales visibles en latitudes más bajas de lo normal.

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La llamarada, que alcanzó su punto máximo a las 13:14 UTC, se originó en la región activa solar NOAA AR3217. Según la NASA, las llamaradas de clase X son las más intensas en la escala de clasificación de llamaradas solares, con X9 como la más potente.

Imágenes captadas por los instrumentos de la NASA, registran el momento exacto en el que aparece esta eyección de masa coronaria, que para la Tierra significan golpes de radiación, que repercuten en las herramientas y servicios de comunicación de nuestro planeta.

Así se ven las imágenes, según publicación de la gente de Universo Recóndito.

Repercusiones de las eyecciones solares

  • Interrupciones en las comunicaciones por radio: La llamarada ionizó la atmósfera terrestre, lo que dificultó la propagación de las ondas de radio de alta frecuencia. Esto provocó interrupciones en las comunicaciones por radio entre aviones, barcos y estaciones terrestres en las regiones afectadas.
  • Auroras boreales: Las partículas cargadas de la llamarada solar interactuaron con el campo magnético terrestre, creando auroras boreales visibles en latitudes más bajas de lo normal. Se reportaron avistamientos de auroras en el norte de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil.

Afortunadamente, la llamarada no causó daños importantes a los satélites o a las redes eléctricas. Sin embargo, es un recordatorio de la necesidad de proteger la infraestructura crítica de los eventos espaciales, como las llamaradas solares.

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