La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA por sus siglas en inglés) tiene en mente establecer colonias extraterrestres en dos lugares del Sistema Solar: La Luna y Marte. El plan inicia con el satélite natural y aunque se haya avanzado mucho, a través de la misión Artemis, todavía queda mucho por recorrer.
PUBLICIDAD
¿Qué tan lejos estamos de vivir en el espacio? Se pregunta el sitio Infobae en una reseña. Y al mismo tiempo responde los retos que la NASA debe resolver para poder establecer colonias en estos dos cuerpos rocosos.
En primer lugar hay que entender que tanto en la Luna como en Marte las condiciones son completamente diferentes a las de la Tierra, en la que se da el desarrollo de la vida tal y como la conocemos. Por lo tanto, lo primordial es que se debe buscar una manera de generar entornos amigables para los astronautas que vayan a participar de estas misiones.
Vencer la microgravedad es esencial. El cuerpo humano debe estar en un entorno en el que la gravedad sea similar a la Tierra para cuidar el bienestar de la salud.
Otra de las cuestiones que aparece en el análisis del sitio mencionado es la salud mental. La revista Clinical Neuropsychiatry habla de las cuestiones psicológicas a las que se tiene que enfrentar un astronauta en estos entornos, a los que todavía no existe persona capaz de vencer este reto.
“Mala regulación emocional, aumento de la ansiedad y la depresión, problemas de comunicación dentro del equipo, trastornos del sueño y disminución del funcionamiento cognitivo y motor provocados por el estrés”, son los efectos a los que se tiene que enfrentar un astronauta que se vaya a vivir en una colonia extraterrestres por un largo periodo.
Protegerse de la radiación solar
Todavía resulta complejo protegerse de la radiación solar generando una capa similar a la que nos otorga nuestra atmósfera. Este elemento es fatal sobre todo para las misiones extensas por los terrenos profundos del Sistema Solar.
PUBLICIDAD
Por ejemplo, la Estación Espacial Internacional (ISS) está protegida por una coraza de aluminio que absorbe la radiación solar. Los astronautas que trabajan en el exterior de la nave llevan trajes espaciales que están equipados con blindaje para protegerlos de la radiación solar.
Sin embargo, los elegidos para, por ejemplo, viajar a Marte están expuestos a una mayor cantidad de radiación solar por lo que los escudos necesitan ser rápidamente mejorados para poder encarar un proyecto de tal magnitud.
