El viaje al espacio es emocionante y desafiante, pero también plantea serios problemas de salud para los astronautas, como la atrofia muscular debido a la falta de gravedad. En la microgravedad de la Estación Espacial Internacional (ISS), los músculos no trabajan constantemente como lo hacen en la Tierra, lo que lleva a una pérdida rápida de masa muscular.
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Aunque los astronautas pasan varias horas al día haciendo ejercicio en máquinas de resistencia, estas soluciones son voluminosas y requieren tiempo, como explica Slash Gear en un informe.
Para abordar este problema, la Agencia Espacial Europea (ESA) está explorando una técnica innovadora llamada estimulación muscular eléctrica.
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¿De qué se trata la estimulación muscular eléctrica?
Este método implica aplicar corrientes eléctricas controladas a los músculos de los astronautas, especialmente en las piernas, mediante almohadillas adheridas a la piel. Después de la aplicación de la estimulación, se mide la masa muscular y la fuerza de los astronautas para evaluar su recuperación.
Además de la estimulación eléctrica, los investigadores utilizarán técnicas como resonancias magnéticas, análisis de microcirculación y muestras de sangre para evaluar la salud de los astronautas y determinar si esta estrategia está teniendo un impacto positivo.
La esperanza es que la estimulación muscular eléctrica se convierta en una forma más efectiva de prevenir la atrofia muscular en el espacio, eliminando la necesidad de dedicar varias horas al ejercicio diario. Esto es particularmente importante para futuras misiones espaciales más largas, como las planificadas para Marte, donde los astronautas pasarían más de un año en el espacio sin gravedad.
Además de sus beneficios para los astronautas, esta investigación podría tener aplicaciones valiosas en la Tierra. Si se demuestra su éxito, esta técnica podría mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores en condiciones críticas, así como beneficiar a atletas y personas en la Tierra que buscan mantener o aumentar su masa muscular.