La altura promedio de los astronautas es de 1.73 metros. Aunque agencias como la NASA no establecen en la actualidad ni un mínimo ni un máximo, sí señalan durante varias décadas que como los trajes no eran personalizados, era necesario un estándar de estatura.
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También existía un problema, con el retiro del Transbordador Espacial en 2010, cuando se optó por utilizar vehículos más pequeños. En ese entonces, Duane Ross, jefe de selección de astronautas de la NASA, explicaba: “Sería incorrecto seleccionar personas que no encajan en su nave espacial”.
Pero hubo dos astronautas que rompieron el molde, antes de esa era. Fueron James Van Hoften y James Wetherbee: ambos medían 1.93 metros.
Por solo comparar, es la estatura promedio de un jugador de la NBA.
Y lo más curioso es que, al estar en el espacio, toda persona puede llegar a aumentar hasta unos cinco centímetros, ya que sin gravedad se descomprime la columna vertebral.
Conozcamos más sobre ellos.
James Van Hoften, el primero de los gigantes en el espacio

Oriundo de Fresno, California, “Ox” Van Hoften nació en 1944. Era piloto naval e ingeniero, llegando a estar en 60 misiones de combate en la Guerra de Vietnam, antes de ingresar a la NASA en 1978.
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En su carrera espacial viajó cuatro veces, inaugurando la etapa del Transbordador espacial como apoyo. Se desempeñó como especialista de misión en STS-41-C y STS-51-1, registrando un total de 338 horas en el espacio, incluyendo 22 horas de caminata EVA.
Tras retirarse de la NASA fue responsable del desarrollo de aeropuertos en Medio Oriente, Japón, Norte y Sudamérica.
Wetherbee, otro de los astronautas más altos
El segundo de estos astronautas en llegar al espacio fue Jim Wetherbee. Nacido en Flushing, Nueva York, en 1952, alcanzó el grado de capitán de la Armada de Estados Unidos.
Llegó a viajar en seis misiones del Transbordador Espacial, tras ser seleccionado en 1984 como astronauta de la NASA. Pilotó la misión STS-32 en 1990, comandando las STS-52, STS-63, STS-86, STS-102 y STS-113.

Las últimas tres misiones fueron con las estaciones Mir y Espacial Internacional. Afortunadamente para Wetherbee, su última labor fue antes del desastre del Columbia, en 2003.
Ese mismo año se retiró de la Armada, dejando la NASA en 2005, para convertirse en consultor de empresas como BP.
Tanto Van Hoften como Wetherbee siguen con vida en la actualidad.