La teoría del Gran Impacto es la más aceptada por la ciencia y astronomía para comprender la formación de la Luna. La hipótesis planeta que nuestro satélite natural apareció hace unos 4.500 millones de años cuando un protoplaneta del tamaño de Marte, llamado Tea chocó contra la Tierra.
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El colosal impacto fue tan violento que expulsó una impresionante cantidad de material al espacio. Dichos componentes, en los que resaltan materiales como roca, polvo y agua, se condensaron y así formaron una esfera que luego se convirtió en la Luna.
Esta hipótesis tiene respaldo con pruebas palpables por la ciencia y astronomía a través de sus viajes y exploraciones lunares, en los que encuentran detalles como:
- La composición química similar de la Luna y la Tierra.
- La falta de atmósfera y campo magnético en la Luna.
- La rotación de la Luna, que está acoplada a la rotación de la Tierra.
Podría ocurrir de nuevo
El choque de planetas es un tema que acaparó los principales medios de comunicación, que se dedican a la información científica, en las últimas semanas. La danza planetaria, como la que se registra en nuestro Sistema Solar, puede fallar en sus sistemas de gravedad y así generar la colisión de dos mundos.
¿Puede pasar en nuestro Sistema Solar? Ya sucedió en el pasado, según teorías científicas de los expertos en la materia. Pero en el resto de regiones estelares está pasando, hasta el punto de que un equipo de investigadores estadounidenses describió el choque de dos mundos.
Cálculos realizados a través de de datos y análisis científicos de nuestro Sistema Solar encontraron que hay una muy pequeña posibilidad de que la Tierra impacte contra Venus o Mercurio.
En todo caso, si se registrara este choque, sería “en algún momento en los próximos 1.000 millones de años o más”, dijeron los expertos.