Espacio

La primera ducha en el espacio, una prueba incómoda: una hora de baño en microgravedad

Se utilizó en la estación Skylab.

El astronauta Joseph Conrad
El astronauta Joseph Conrad en la ducha del Skylab

Con el inicio de los viajes al espacio, pocos pensaban en la necesidad de bañarse. Era poco el tiempo que estaban en órbita los astronautas. Pero, al establecerse las estaciones espaciales, se vio necesario el hacerlo. Incluso, se utilizó una ducha.

Sí, una ducha en el espacio.

La NASA instaló en Skylab, la primera estación espacial, una ducha para sus astronautas. Era bastante incómoda, por los efectos de la microgravedad, por lo que se desechó la herramienta posteriormente.

La historia del programa Skylab

Skylab fue puesto en órbita en 1973, y tenía espacio suficiente para tres astronautas por misión. Los primeros en habitarla fueron Pete Conrad, Joseph Kerwin y Paul Weitz, que estuvieron desde el 25 de mayo hasta el 22 de junio de ese año.


Hubo solo cuatro misiones Skylab: la primera, no tripulada; la segunda con Conrad, Kerwin y Weitz; la tercera con Alan Bean, Owen Garriot y Jack Lousma y la cuarta y última con Gerald Carr, Edward Gibson y William Pogue.

El Skylab The Skylab Space Station Cluster orbits a cloud-covered Earth. (Photo by © CORBIS/Corbis via Getty Images) (Historical/Corbis via Getty Images)

Todas se hicieron en 1973, suspendiendo el programa por los daños sufridos por el equipo en su puesta en órbita.

Hoy día los astronautas de la Estación Espacial Internacional usan bolsas de agua para bañarse, con el líquido cayendo sobre sus cuerpos en gotas. Te dejamos más detalles en este link.

Sin embargo, hagamos un repaso más a fondo sobre aquella ducha de Skylab, la primera estación espacial estadounidense.

Así era la ducha de Skylab, para bañarse en el espacio

La ducha de Skylab, como bien lo explica la NASA, era un recinto con flujo de aire continuo como sustituto de la gravedad, que hacía mover el agua sobre el tripulante. Se llenaba una botella de agua de 6 libras (3 litros), se presurizaba con nitrógeno y se fijaba al techo de rejilla en la ducha.

El gas nitrógeno a presión expulsaba el agua de la botella a través de una manguera de transferencia y una boquilla rociadora manual operada por la tripulación. Un astronauta usaba 8 mililitros de jabón líquido por cada ducha.

“Una cosa que vale la pena señalar”, apunta el astronauta Jack Lousma en un documento oficial, “es que estábamos en este ambiente de baja presión, por lo que cada vez que te manchabas con agua y ibas a secarte, hacía mucho frío porque se evaporaba muy rápidamente”.

“Fue necesario aspirar mucho para sacar toda el agua del interior del cilindro. Había que usar muchas toallas para secarse. Durante nuestra misión normalmente nos bañábamos con una esponja todas las noches con una toallita y una toalla”, señaló.

El astronauta Joseph Conrad
El astronauta Joseph Conrad en la ducha del Skylab

Para bañarse en la ducha del Skylab, cada astronauta necesitaba una hora, con la asistencia de alguno de sus compañeros: era una pérdida de tiempo valioso.

“Puedes limpiarte con un paño en 10 minutos o menos”, dijo el astronauta Owen Garriot, “pero yo me lo saltaría todo. No necesitas una ducha, ni siquiera en la Estación Espacial Internacional”.

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