El intento de Boeing de llevar astronautas al espacio ha sufrido un nuevo retraso. Su colaboración con la NASA en la misión Starliner ha experimentado demoras, postergando los planes de enviar astronautas más allá de la órbita terrestre hasta, como mínimo, marzo de 2024, lo que le da ventaja a SpaceX en la carrera espacial.
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Inicialmente, se tenía previsto que los astronautas viajarían a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de la cápsula cónica Starliner el 21 de julio, como parte del programa de vuelos comerciales tripulados de la NASA. Sin embargo, esta fecha pasó sin ningún lanzamiento.
Según lo anunciado por Boeing y la NASA en una conferencia de prensa reciente, no habrá vuelos tripulados hasta al menos marzo de 2024.
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Mark Nappi, vicepresidente de Boeing y director del programa Starliner, comunicó que, según los planes actuales, se espera que la nave esté lista a principios de marzo de 2024. La fecha de lanzamiento definitiva dependerá de las restricciones del calendario espacial y se decidirá en colaboración con la NASA y United Launch Alliance, proveedor del cohete Atlas V para Starliner.
De acuerdo con Aviación Digital, Boeing ha enfrentado desafíos técnicos en las pruebas más recientes. Problemas con el sistema de paracaídas y con una banda de cables de arnés han llevado a la necesidad de reparaciones críticas que no se completarán hasta finales de este año. Estos obstáculos han llevado a retrasar el lanzamiento de la cápsula.
SpaceX, a la delantera
En comparación, SpaceX, la compañía espacial liderada por Elon Musk, parece estar a la vanguardia. La empresa ha realizado varias misiones tripuladas, mientras que Starliner ha completado solo dos misiones de prueba sin tripulación. Aunque la primera misión, OFT, tuvo problemas en 2019, la siguiente, OFT-2 en 2022, fue exitosa.
La competencia entre Boeing y SpaceX en el ámbito aeroespacial es notable. En 2014, la NASA seleccionó ambas compañías para transportar astronautas hacia y desde la ISS. Mientras SpaceX ha llevado a cabo múltiples misiones tripuladas, Boeing ha enfrentado desafíos en cumplir con sus compromisos contractuales.
El panorama de la industria aeroespacial está evolucionando con la aparición de empresas como SpaceX, que están produciendo satélites más compactos y económicos para su colocación en órbita baja terrestre. Esto ha impactado la demanda de satélites más grandes y costosos, como los producidos por Boeing.