Décadas de exploración espacial nos han hecho comprender que la Tierra, como parte de un Sistema Solar, tiene sus días contados. Falta mucho para que ese final que nos condena aparezca en frente de nosotros. Pero como humanidad debemos investigar qué opciones tenemos para no extinguirnos como raza.
Vivir en otro planeta es la primera opción que los científicos han pensado. Y Marte, nuestro vecino, se alza como uno de los principales focos para la humanidad.
Será necesario crear las condiciones para que el planeta rojo nos acoja sin problemas. Sin embargo, esta no es la única opción que tenemos disponible. Científicos con cierto nivel de excentricidad han planteado vivir deambulando por el espacio en naves giratorias que recreen los requisitos básicos para la vida.
Así es que nace la idea del Bishop Ring, un tipo de hábitat espacial giratorio que fue propuesto originalmente en 1997 por el científico Forrest Bishop, del Instituto de Ingeniería a Escala Atómica.
El concepto que imagina el experto, es una versión a menor escala del Banks Orbital, que a su vez es una versión más pequeña del anillo Niven. Al igual que otros diseños de hábitats espaciales, el Bishop Ring giraría para producir gravedad artificial a través de la fuerza centrífuga; paso uno resuelto.
El diseño difiere de los diseños clásicos producidos en la década de 1970 por Gerard K. O’Neill y la NASA en que utilizaría nanotubos de carbono en lugar de acero, lo que permitiría construir un hábitat mucho más grande.
Le preguntamos a Bard, Inteligencia Artificial de Google, sus características y esta fue su respuesta:
- Es una estructura cilíndrica con un radio de unos 1.000 kilómetros (620 millas).
- Gira a una velocidad de alrededor de 1 rotación por minuto, lo que produce una gravedad artificial de alrededor de 1 g.
- Está hecho de nanotubos de carbono, que son un material muy resistente y ligero.
- Puede soportar una población de hasta 1 millón de personas.
- Estaría alimentado por paneles solares y/o reactores nucleares.
Bishop Rings se ha propuesto como una posible solución al problema de la colonización espacial. Proporcionarían un hábitat grande y cómodo para los humanos, y serían relativamente fáciles de construir utilizando la tecnología actual. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos que deben superarse antes de que Bishop Rings pueda convertirse en una realidad, como el costo de construcción y el desarrollo de nuevos materiales.