El Rockwell X-30 no se parece a ningún avión que hayamos visto. Nacido a mediados de los años 80 como un proyecto de diseño para un avión aeroespacial nacional (NASP), fue respaldado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan y alcanzaría una velocidad imposible.
Este avión de etapa única a órbita (SSTO) podría despegar o aterrizar horizontalmente y vuele hasta Mach 25, de acuerdo con Slash Gear. Si hace los cálculos, viajar a 25 veces la velocidad del sonido (más de 19,181 mph) es suficiente para cruzar de Washington a Tokio en menos de dos horas.
Sin embargo, el Rockwell X-30 nunca llegó a la etapa de prototipo, a pesar de ser un esfuerzo de colaboración del Departamento de Defensa, la NASA y otros contratistas como Rockwell International y General Dynamics.
Desafortunadamente, el Congreso finalizó la financiación en 1994 antes de que la NASA y otros tuvieran la oportunidad de construir un X-30 a gran escala, y el mundo nunca pudo ver al tan esperado sucesor del seductor SR-71 Blackbird.
Las velocidades potenciales
Aunque el Rockwell X-30 era típicamente un estudio de viabilidad, el proyecto permitió a la NASA dar pasos de gigante en el desarrollo de materiales y motores. Por ejemplo, volar a Mach 25 presenta obstáculos importantes como la gestión del calor, lo que llevó a la NASA a desarrollar materiales de carbono resistentes a la temperatura, aleaciones ligeras de titanio/berilio y compuestos de aleación de titanio.
Mientras tanto, la potencia del X-30 es un motor scramjet, que es esencialmente un estatorreactor que opera a velocidades supersónicas. En teoría, un scramjet (estatorreactor de combustión supersónica) comprime el flujo de aire hipersónico y el hidrógeno líquido en una cámara de combustión. Finalmente, la NASA construyó un prototipo X-30 a escala 1/3, que voló en un túnel de viento de alta temperatura antes de que cesara la financiación.

Por otra parte, los aprendizajes del desarrollo del Rockwell X-30 llegaron al magnífico avión hipersónico X-43A. A diferencia del X-30, el X-43A llegó a la etapa de prototipo y voló a Mach 6,8 durante 11 segundos en marzo de 2004, marcando la primera vez que un avión scramjet surcó los cielos.
La NASA construyó un segundo prototipo X-43A en noviembre de 2004, volando a una velocidad récord de Mach 9,6 (6800 mph) para establecer el récord mundial de velocidad aerodinámica con un motor que respira aire. Pero seguimos lejos de un avión que alcance Mach 25.

